Respecto de ese último punto, se indicó que las tarifas subieron entre un 70 y un 80 por ciento.
Lo propio ocurrió con la materia prima (en lo que hace a margarina, grasas y dulces) en valores que oscilan entre un 20 y un 30 por ciento como en el ingrediente principal: la harina, en un 100 por ciento.
En este sentido, se consignó que una bolsa de 50 kilos cuesta actualmente 650 pesos. Se ilustró así que hay panaderías que emplean entre tres y cuatro bolsas por día y hay otras, en el caso de las más grandes, que utilizan ocho o nueve. Eso hace que el kilo de pan se comercialice entre los 40 y los 50 pesos, según la zona donde se ubique el negocio.
Los inconvenientes no se circunscriben a ese aspecto sino, también, al pago del alquiler de los locales como de los sueldos y las cargas sociales a los empleados.
Si bien esta época –la de otoño e invierno- es la de mayor consumo, la recesión hizo disminuir el volumen de las ventas.
“Hoy por hoy, nuestra industria está complicada, pues la situación está difícil”, se reconoció desde el sector.
De ahí a que muchos comerciantes del rubro se vean obligados a actualizar los precios de los productos más elaborados con excepción del pan por ser un artículo de “primera necesidad” para las personas.