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El último aumento en combustibles, del 6%, logró que en varios puntos del país el precio de la nafta premium rompiera la barrera de los $100.

En algunas localidades de Corrientes, algunas expendedoras comercializan la nafta más refinada a 116 pesos por litro, marcando una diferencia de 15% con las estaciones de servicio de la capital provincial.

En tanto, en Misiones la diferencia de precios es de dos pesos por litro entre las expendedoras de Posadas y las del resto de la provincia. En la estación de servicio Axion Energy que está en el acceso a la localidad de Itatí, la nafta premium se comercializa a 116 pesos el litro y la súper a 102,03 pesos. La diferencia con sus similares de la ciudad de Corrientes, que está a unos 40 kilómetros, llega a los 12 pesos por litro.

En Posadas, la nafta premium se comercializa a 101 pesos y la súper a 88,60 pesos. En Buenos Aires, la súper se vende a 85,70 pesos por litro y la Infinia a $ 99,30 pesos, al borde de los $ 100.

Además, también en estaciones de servicio de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, San Juan, San Luis, Santa Fe, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Salta, Chaco, Entre Ríos y Formosa la nafta premium registró una marcada suba.
La situación de las estaciones de servicio
El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio del Nordeste (CESANE), Faruk Jalaf, explicó que “es posible que estos precios correspondan a expendedoras que tienen escasas ventas y con el margen que les dan las petroleras no llegan a cubrir los gastos operativos”.

El dirigente sostuvo que la ganancia de los estacioneros ronda entre el 8,5 y 9,5 por ciento para los combustibles de menor y mayor calidad, respectivamente.

“Los costos para mantener en funcionamiento una estación de servicios son muy elevados. Además de afrontar los gastos que implica operar con tarjetas, se suman los controles del INTI y de la Secretaría de Energía a los surtidores, además de todas las tasas e impuestos”, detalló Jalaf, un histórico dirigente de la CESANE.

Además, indicó que “los precios de las estaciones de servicio de bandera no son obligatorios, son valores sugeridos, pero salirse de ellos implica arriesgarse a sanciones o perder descuentos en la línea de lubricantes y otros productos”.

En ese sentido, agregó que “hay un fuerte control por parte de las petroleras, que te bajan puntos si la atención no es la adecuada o hay restricciones en las formas de pago”.

Jalaf dijo que “el estacionero corre muchos riesgos porque en el caso de producirse filtraciones en los tanques, debe asumir el proceso de descontaminación del suelo. Antes las petroleras eran las dueñas de los surtidores y tanques y debían afrontar esos costos en caso de producirse algún derrame”.
Fuente: Clarín

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