La joven ya había sido víctima de un hecho delictivo cuando le robaron otra moto en la puerta de su trabajo. En esta oportunidad, Romina comentó: “Ayer fue un día horrible para mí, me asaltaron en la puerta de mi casa, a las 18:30 a plena luz del día, me robaron mi moto, que uso para poder ir a trabajar y para poder llevar a mi hija a la escuela. Me robaron toda mi documentación y la de mi nena, el dinero que yo me gané laburando y con el que iba a comprar los uniformes para la escuela de mi hija”.
Asimismo, agregó que “no solo se llevaron mis pertenencias, me golpearon y me metieron un arma de fuego en mi abdomen delante de mi hija. Tengo que agradecer que no me mataron, ni a mi hija que salió corriendo y se metió en la casa -señaló y se preguntó: ¿Qué está pasando, todo es tan natural? ¿tenemos que agradecer estar vivos, para quiénes son las leyes?” insistió.
Romina volvió a mencionar: “basta, yo quiero mis derechos porque yo no lastimo a nadie, porque yo laburo para poder tener mis cosas y pagar la educación de mi hija. No es justo tener miedo de salir de tu propia casa para ir a trabajar, no es justo no querer volver a comprarte un vehículo para no volver a pasar por lo mismo”.
Finalmente, Guglielmone reconoció el trabajo de los uniformados: “Quiero agradecer a todos los policías de la Comisaría Segunda, sé lo mucho que se están moviendo para ayudarme pero también sé que no todo depende de ellos. Dejemos trabajar a los que quieren hacer las cosas bien. Los derechos son nuestros, no de estas personas que solo nos hacen daño”, concluyó.