Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
El precio internacional del trigo tuvo una escalada importante por la invasión de Rusia a Ucrania, país considerado como uno de los graneros del mundo. “La bolsa de 25 kilos ronda el 80% de aumento”, manifestaron panaderos de Gualeguaychú, quienes aseguran que si trasladan el precio al mostrador, el kilo rondaría los 240 pesos.

Fabián Miró, del Diario El Día de Gualeguaychú, habló con Pablo Altuna, de 63 años de edad y con 40 en el rubro, quien señaló que a lo largo de su trayectoria como panadero ha experimentado “caídas muy duras, fundirse y empezar todo desde cero en los gobiernos de Alfonsín, Menem y De La Rua. Cada vez que el país estornuda o tropieza, caemos los emprendedores chicos y para recuperarse hay que ponerle mucho lomo, aguantar muchas cosas y mientras mantengamos un poco de fuerza en lo físico y en lo mental apostando siempre a la cultura del trabajo”.

Sobre el aumento de la harina señaló que “los commodities subieron y el trigo vale bastante más, razón por lo que conviene exportarlo para que ingresen divisas al país, pero queda vez menos volumen para venderlo al molino. Si un molino muele mil kilos de harina, mete la misma cantidad de trigo que adquiere a la producción, pero hoy a esos ‘bolseros’, por los valores en el mercado internacional, les conviene exportarlo y no comercializarlo en el mercado interno. Si se lo quiere para el consumo local, se tiene que pagar como si fuera de exportación, que es un poco más. En esta cadena se encuentran los intermediarios, que manejan diferentes precios; y los molinos, que no saben si vender o no”.

Contó una experiencia que vivió el 17 de febrero: “Ese día me suspendieron un camión que llegaba con harina a 1113 pesos puesta en la ciudad y el jueves pagué un transporte, que si llegó, a 1950 pesos una bolsa harina de 25 kilos. Pasando en limpio, casi el doble para el mercado interno. El mismo día recibí una lista de nuevos valores del molino a 1750 pesos la bolsa, a lo que debe agregarse impuestos de la provincia dado que viene de Santa Fe, más fletes, más descargas y el uno por ciento del vendedor, lo que dejaría la bolsa a 1850 pesos de harina tres ceros. Y quienes trabajan como revendedores la bajan en los 2000, 2200 pesos la bolsa, según la calidad de la harina”.

Mencionó que recibió “ofertas de hasta 3000 pesos la bolsa, en días en que no se sabía que iba a pasar con la harina, los molinos no entregaban, no había precios; pero por fortuna, en mi caso, tenía un buen stock de bolsas en el comercio”.
El precio en 2021
La bolsa, a esta altura del año, en 2021 “costaba alrededor de 800 pesos, llegando hasta los 900, manteniéndose los valores hasta febrero de este año, en donde se vislumbraba un aumento importante. El mismo no fue por una mala cosecha y faltante de harina. Todo lo contrario de ahora, porque los rindes fueron muy buenos en todo el país, y hubo una campaña excelente, radicándose el problema en que el país necesita divisas, la cotización en el mercado internacional aumentó y buena parte de lo producido se está yendo afuera”.

Altuna opinó que “está bien que se exporte, pero debería protegerse el mercado interno con un alimento –como el pan, que es de primera necesidad– a un precio accesible para todo el mundo, mientras que el resto es un lujito que te das, como una docena de facturas y otros productos”.
El kilo de pan
Explicó que “históricamente se calculó que al mostrador se vendía al equivalente de tres kilos de harina, y si hoy está a 80 pesos, habría que venderla a 240 pesos el kilo. Hoy, esos valores no se pueden trasladar al consumidor, y en lo personal mantengo el kilo a 150 pesos, asegurando un buen volumen de venta, aunque tenga que resignar un porcentaje importante de ganancias”.

Opinó que “seguramente algunos colegas seguirán el mismo camino, pero también están los que alquilan, que tienen costos adicionales, y pueden mantener el valor o experimentar alguna suba. Los panaderos de menor escala, compran una o dos bolsas por día, gente a los que la suba afectó muchísimo”

“La gente está resignada y cuando le decimos que hubo un aumento te responden ‘¿Y que no sube en este país?’”.

Cerró diciendo que “Gualeguaychú, en diferentes escalas, tiene más de 100 panaderías, con un número importante que trabajan en ‘negro’. Es decir, puertas adentro, y esto genera una competencia desleal para los que pagamos impuestos, aportes al personal, más allá de que entendemos de que la situación es difícil y la gente tiene que rebuscársela como sea para llevar el ‘pan de cada día a su casa’”.
Fuente: El Día - Fabián Miró

Enviá tu comentario