Se esperaba una sesión tensa. Ante la convocatoria de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Juicio Político, Carlos Chiara Díaz se preparó para una jornada política, que es en definitiva, lo que quedó plasmado en la sesión de este jueves en la Cámara de Diputados.
El vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) escuchó desde una cabecera la imputación que el abogado de Victoria, Guillermo Reggiardo, apuntó en su denuncia. Tras la lectura, el presidente de la comisión, Diego Lara, le dio media hora para que haga uso de la palabra.
Chiara Díaz impugnó el procedimiento por el cual se lo notificó para que compareciera. Ya en ese capítulo apuntó los cañones contra la presidente del alto cuerpo de Justicia, Claudia Mizawak, sobre quien ironizó haber puesto todo el empeño para recolectar toda la información para entregar a la comisión que lo investiga.
Uno de los datos que surgieron de esos informes es que Chiara Díaz estuvo ausente en 50 sentencias. El vocal cuestionó que ese número, dicho así, pareciera que se está ante un incumplimiento. "Eso hay que compararlo con el desempeño de los demás vocales. Yo les quiero pedir que a los demás vocales les hagan la misma investigación que me hicieron a mí, no para cambiar el sujeto, sino simplemente para que vean la importancia de los datos", señaló.
El magistrado volvió una y otra vez contra Mizawak. La acusó de ocultarle información acerca de la denuncia en su contra. "Da la sensación que se quería apurar el trámite. Nunca vi la posibilidad de prorrogar las sesiones para hacer un juicio político. Acá hay algo raro". Esta fue la primera frase que esgrimió para poner sobre la mesa la sospecha sobre sectores políticos para su destitución.
Los casos Smaldone y Montiel
El relato del vocal entrelazó "maniobras" de la presidenta del STJ para perjudicarlo y el interés político de correrlo de la Sala Penal para conformar "una nueva mayoría". Recordó que eso ya sucedió en la época de Sergio Montiel, quien impulsó el juicio político directamente a la Sala Penal que en su momento integraban Chiara Díaz, Miguel Carlín y Omar Carubia.
Entre idas y vueltas con Lara, Chiara Díaz volvió sobre Mizawak. Fue para retomar su defensa ante la mora en su despacho que se le adjudica como una de las causales de juicio político. Describió con detalles los corrimientos que se hicieron para que no haya sentencia sobre la designación de Guillermo Smaldone en el Tribunal de Cuentas. "Smaldone renuncia porque le informaron que tenía un fallo en contra. ¿Qué hizo Mizawak?, reformuló la constitución del tribunal para que el caso se declare abstracto", narró. Chiara Díaz y Emilio Castrillón fueron los únicos dos vocales que fallaron en tiempo y forma en el caso del ex titular del organismo de control, sobre quien recaía una acción de inconstitucionalidad porque había sido designado sin concurso previo.
"Yo como investigado no tengo problemas, pero quiero la seguridad comparativa. Qué se compare mi desempeño con los de los demás, y veamos cuando demoro yo en una sentencia, cuanto Carubia, cuanto Mizawak. Decir que estuve ausente 50 veces es un número. Acá hay otra cosa y se lo están preguntando algunos periodistas", advirtió, sin dar más detalles. Entre los presentes se entendió.
Retomó el caso Montiel. "Me acuerdo cuando me denunciaron por fallos en contra del interés del gobierno". Fue interrumpido por Lara.
Trapitos al sol
Chiara Díaz se permitió contar algunos detalles de hechos ocurridos en tribunales. Uno de ellos rememora al 28 de junio de este año. Contó que en acuerdo Nº23 –reunión que se llevan adelante los martes- "el doctor Castrillón tuvo ataque de alteración y exaltación, no sé debido a que, con la doctora Mizawak, en el que le dijo de todo y que a ella le habían descubierto que era socia del señor (Sergio) Urribarri y por qué no renunciaron. A partir de ahí el Superior no tuvo más acuerdos. Eso no pasó nunca. Investiguemos", señaló. La presidenta del STJ aclaró en su momento que esas operaciones comerciales eran de su padre y no de ella.
Lara se quejó que Chiara Díaz, en su exposición, no se haya centrado en las causales por lo que se lo acusa: la utilización de viáticos y su ausencia en el despacho por viajes fuera de la provincia.
"Yo, en principio, creo que no ocasioné ningún daño. Desde acá se solicitaron informes a las universidades de Belgrano y otras tantas y yo ni siquiera me pude oponer a esas medidas. En todos los medios salieron estos pedidos de informes, lo que llevó a que colegas me llamaran para preguntarme qué pasaba y yo les tuve que responder que no sabía porque no había tenido acceso a nada", se volvió a quejar. La diputada de Cambiemos, María Viola, pidió la palabra para solicitar un impasse, ya que entendió que el investigado no tenía la información necesaria para responder preguntas que sí contaban con un análisis de la prueba. Chiara Díaz se acogió a esa petición. Todo siguió, y cada vez con un tono más elevado.
Consultado por una supuesta incompatibilidad al momento de dictar clases, lo que provocaría un atraso en su despacho, el vocal sostuvo que "no es así. Dar clases está previsto, incluso en los colegios de la magistratura la docencia se utiliza como un antecedente", explicó. Y agregó: "Lamentablemente, en algunas universidades cuando uno llega a los 70 años, se le imposibilita a dar clases. Y yo ya pasé esa edad. Es más, con las cámaras de casación nosotros tenemos menos trabajo. De todas maneras, nunca dejé vencer un plazo. Esto se lo puede consultar en los libros. Están las estadísticas. Está todo".
El tema de cobro de viáticos para actividades particulares o fuera de la función pública, como la docencia apareció en la voz de Esteban Vitor. Chiara Díaz reconoció el cobro de esos viáticos, que a veces son por parte del Poder Judicial y otras veces de las entidades que lo contratan. Se encargó de aclarar que esos viáticos los firman los propios vocales. "Estoy limpito, no sé si acá están todos limpitos", subió el tono y, como al pasar, deslizó: "Castrillón pide viáticos para ir a La Plata, no se a qué. Quieren mostrarme como un avariento que quiero cobrar doble sueldo. No me tomen solito, comparen".
El paso siguiente en el procedimiento de juicio político prevé que la Comisión, constituida como investigadora, elabore un dictamen que será elevado al pleno de la Cámara de Diputados. Para iniciar la investigación se necesita el voto de 23 legisladores y un quórum mínimo de 26 integrantes del cuerpo.
Luego, el cuerpo en pleno deberá elegir a cinco miembros que serán una especie de fiscales en el proceso de juicio político y serán los encargados de sostener la acusación ante la Cámara de Senadores, que es el órgano juzgador.
