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Viajes no comunicados, emergencias no explicadas y falta de cercanía con la prensa, son sólo algunos de los puntos que hacen que la (in) comunicación sea una de las principales debilidades de la gestión del intendente Martín Piaggio. Todavía no encuentra la fortaleza a la hora de comunicar los puntos positivos de su trabajo o de sortear los momentos de mayor debilidad.

Comunicar y hacer prensa, claramente no es lo mismo. Enviar gacetillas informativas, tampoco. Y en ese aspecto es donde radica, muchas veces, la lejanía con el ciudadano: el mensaje llega desvirtuado, o no llega.

En la tarde de ayer, comenzaron a circular rumores sobre un viaje al exterior del intendente Martín Piaggio. Las versiones indicaban que se encontraría en compañía de Exequiel Quinteros, a cargo de las Comisiones Vecinales, y del concejal oficialista Sebastián Díaz.

Desde el área de Comunicación Institucional de la Municipalidad confirmaron que Piaggio no se encontraba en Gualeguaychú, aunque no pudieron dar precisiones del destino de su viaje. Tampoco los funcionarios y concejales estaban al tanto de la ausencia del Jefe comunal.

A cargo del Ejecutivo municipal quedó el viceintendente Jorge Maradey, quien confirmó que Piaggio no se encuentra en la ciudad. Consultado sobre si había viajado a Cuba, Maradey respondió: "Creo que sí", para luego dar algunos detalles.

Indicó que se trataba de una invitación personal de "una señora amiga", para él y tres personas más, y que regresaría "entre el viernes y el sábado", habiendo partido de la ciudad el martes pasado.Además, aseguró que se trataba de "una oportunidad" y "un viaje personal" al que había sido invitado.

El vice intendente contó que Piaggio le había ofertado participar de la comitiva, pero prefirió desistir porque "alguien tenía que quedar a cargo" de los destinos de la ciudad.

Finalmente, el funcionario confirmó que además de viajar por fuera de la agenda oficial, recorrerá algunos hospitales cubanos para conocer detalles del sistema sanitario de la isla.

Más problemas de incomunicación


Lo de Cuba no es nuevo. Los ejemplos sobran. En pleno conflicto por la licitación de las líneas de colectivos urbanos, ElDía intentó comunicarse con el secretario de Gobierno, Ignacio Farfán, quien sostuvo que "sólo hablaba a través de los expedientes", negando su palabra a la prensa.

La respuesta y las explicaciones que deben dar los funcionarios públicos no son optativas: son obligatorias. Se trata de un cargo público, pagado por dinero del Municipio.

Asimismo, la visita del embajador de Venezuela a Gualeguaychú fue una de las grandes incógnitas de la actual gestión: nunca quisieron explicar con claridad a qué vino el diplomático y cuáles fueron los temas que trató con el Intendente.

Lo mismo ocurrió con las vacaciones familiares de Piaggio a Córdoba. El mismo día que se ausentaba de la ciudad una carpa se instalaba en la plaza Urquiza –frente al palacio municipal­- con un importante grupo de vecinos reclamando por viviendas.

Desde el área de Comunicación nunca informaron que el Intendente no se encontraba en Gualeguaychú por razones personales o había tomado vacaciones estipuladas por Ley. No había nada que ocultar; no se estaba haciendo nada que no correspondiera, pero aun así se eligió manipular la realidad. Fue recién cuando el tema tomó estado público que debieron salir a aclarar la situación.

La transparencia y la claridad a la hora de comunicar tampoco pudo ser plasmada en medio del conflicto por el caño roto durante diez días. Desde el Ejecutivo se intentó plantear el problema como sensible a la sociedad pero sencillo de ser resuelto por el mismo Municipio. Cuando las horas y los días pasaron, debieron pedir colaboración al gobierno nacional. En el medio, gran parte de la ciudad permaneció sin agua y el conflicto ya había ganado la pantalla de los medios nacionales.

¿Y qué pasó con el viaje a México en agosto? Tampoco se comunicó. Dos días después que Piaggio había abandonado el país, enviaron una escueta gacetilla para informar que participaría de un foro de municipios. Al regresar, nunca se comunicó cuál fue el balance o el resultado del viaje oficial.

Pero esta lógica no perjudica solamente al derecho de los ciudadanos de a pie de saber qué y cómo hacen lo que hacen los funcionarios públicos. La gran mayoría de quienes ocupan cargos ejecutivos y algunos concejales del Frente para la Victoria no logran escapar a la misma. Llamados no respondidos, mensajes ignorados entre quienes conforman el propio equipo de gobierno es el estilo piaggista a la hora de (in) comunicar.

Restan dos años más de gestión. Tal vez exista autocrítica y este talón de Aquiles logre tomar fortaleza. O, tal vez termine de plasmarse como un sello de la actual gestión municipal.
Fuente: Diario El Día

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