El miércoles último, desde las 14, la entidad llevó a cabo una videoconferencia que tuvo como principal protagonista al embajador en Washington, Jorge Argüello, y en la que confluyeron representantes del sector privado, de Cancillería y Ministerio de Agricultura de la Nación, y también del gobierno de Entre Ríos.
La videoconferencia con Argüello fue gestada por la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA (CECNEA), en coordinación con José Molina, desde Washington, jefe de agregados agrícolas, que articula las gestiones conjuntas de Cancillería y el Ministerio de Agricultura. También fue clave la colaboración de FEDERCITRUS, de la que la CECNEA forma parte.
La cámara que nuclea a los exportadores del NEA ofició de anfitrión de la reunión en Zoom. La cuestión medular pasó por acordar los esfuerzos coordinados necesarios a fin de coronar con éxito las gestiones que posibiliten el ingreso a Estados Unidos de las mandarinas y naranjas argentinas.
Fueron de la partida, entre otros, Santiago Caprarulo, gerente de CECNEA y quien ofició de moderador; Jorge Amigo y Daniel Bovino, gerente y vice respectivamente de FEDERCITRUS; Lucas Méndez Trongé, de la firma San Miguel, y Gustavo Piloni, presidente de FUNDANEA.
También participaron del encuentro virtual representantes del Ministerio de Agricultura de la Nación. El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, había sido invitado por la CECNEA, y en su representación estuvo el Ministro de la Producción, José Bahillo.
En el encuentro, se resaltó que el ingreso del citrus dulce argentino a USA es asunto prioritario en la agenda tanto de Cancillería como del Ministerio de Agricultura de la Nación. Hubo acuerdo en darle impulso político a las tratativas, mientras CECNEA avanza en la interrelación con cámaras importadoras de la costa este norteamericana.
Los trámites para abrir el mercado de USA a la citricultura del nordeste comenzaron hace ya varios años, bajo el impulso de la CECNEA. En 2018, el entonces director de la entidad, Mariano Caprarulo, se reunió en Estados Unidos con el subsecretario de Comercio Exterior y Asuntos Agrícolas Internacionales, Ted Mc Kinney, y, producto de aquel encuentro, arribó a la Argentina en 2019 una misión del servicio de inspección y seguridad alimentaria de Estados Unidos (USDA - APHIS).
Aquella visita de los expertos norteamericanos posibilitó que concluyera con éxito el capítulo “técnico” de la negociación. “Lo que resta es la cuestión política y en ese sentido se viene trabajando con el embajador Jorge Argüello, con el Ministro de Agricultura, Luis Basterra, y con Jorge Nemes, el hombre de Cancillería que está a cargo de los mercados internacionales”, precisó Santiago Caprarulo.
El gerente de la Cámara valoró también “la participación y apoyo de la provincia de Entre Ríos”, a la par que resaltó el entusiasmo que puso de manifiesto Jorge Argüello. “El embajador se mostró muy entusiasmado y proactivo para materializar la apertura del mercado”, describió.
El acceso al mercado de Estados Unidos es considerado un paso clave para el resurgimiento de la citricultura en la región. Según estimaciones que maneja el sector, en el caso de que en 2021 se puedan concretar las primeras exportaciones al país del norte, no sobrepasarían en ese primer año las 5000 toneladas. Pero de allí en más, se estima habrá un crecimiento sostenido de las operaciones: entre 7000 y 8000 toneladas en 2022; de 10 a 12000 en 2023; entre 15 y 17000 en 2024 y 20000 en 2025.
El precedente inmediato proviene de la citricultura uruguaya, que ya logró entrar a USA con sus mandarinas. Las ventas han sido cruciales para revitalizar la actividad en el país vecino, y el mismo impacto se espera se producirá en las economías del nordeste argentino.
