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El caso de violación en el camping de Miramar encendió otra alerta sobre la cantidad de personas que son víctimas de este delito en la Argentina. Según el último informe de Estadísticas Criminales del Ministerio de Seguridad, en 2017 se registraron 3.921 denuncias por abuso sexual con acceso camal, un 6% más que el año anterior. La cifra es la más alta desde que se tiene registro y representa 11 violaciones por día en el país.

Un análisis federal realizado por el Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC), demuestra que ninguna provincia queda exenta de este delito. Si se tiene en cuenta la proyección poblacional elaborada por el INDEC, las localidades con las cifras más altas de violación son: Misiones, Salta y Chubut con una tasa que supera las 20 víctimas cada 100.000 habitantes. Entre Ríos y Neuquén figuran en el otro extremo como las provincias con menor cantidad de denuncias y una tasa de 3,9 y 4,1, revela un informe de Bianca Pallaro para La Nación.

La abogada penalista Raquel Hermida Leyenda explica que la disparidad entre localidades tiene raíz en la cultura patriarcal y machista que predomina en cada una. "No es aleatorio, es ideológico y el abusador sexual es un criminal muy especial que se aloja en lugares determinados que le son de algún modo complacientes a la hora de condenarlo", dice.

Las estadísticas surgen de las denuncias realizadas ante las fuerzas policiales federales y provinciales del país. Y si a los casos de violación se le agrega el resto de los delitos que figuran en el marco normativo contra la integridad sexual como abuso sexual simple, estupro, corrupción de menores y prostitución, la cantidad de afectados asciende a 15.134 en 2017. Se trata de 41 víctimas por día.

Pero ese número aún puede ser bajo si se tiene en cuenta que los ataques sexuales denunciados son una minoría. Según la última Encuesta de Victimización del INDEC, "de los delitos violentos, el menos denunciado es la ofensa sexual, que sólo es reportada en el 12,5% de los casos". Además, la Unidad Fiscal de Ejecución Penal publicó en su informe sobre la situación de personas condenadas por delitos contra la integridad sexual, que un alto porcentaje de hechos no se denuncian inmediatamente, sino que transcurre un periodo prolongado de tiempo hasta que eso ocurra.

"Hubo un aumento en el número de denuncias, pero todavía hay mucha cifra negra. Para que las mujeres puedan hablar tiene que haber un contexto que lo permita. Está cambiando la cultura en relación a la reacción social hacia la violencia que sufren las mujeres, pero todavía falta", sostiene Sabrina Cartabia, abogada feminista y miembro de Red de Mujeres.
Detención de violadores
La cantidad de víctimas que se animaron a denunciar el delito de violación en estos últimos años tuvo consecuencia directa en el número de detenidos. Según el informe anual del Sistema Nacional de Estadísticas sobre ejecución de la pena del Ministerio de Justicia, la cantidad de presos por violación alojados en las cárceles federales y provinciales se triplicó en los últimos diez años. Pasó de 3.291 en 2007 a 9.919 en 2017, es decir que el número de acusados o condenados por violación aumentó un 201%.

Según la Profesora Hermida Leyenda, el aumento se debe a los cambios jurisprudenciales. Entre ellos destaca que ahora son obligatorios y vinculantes los estudios psicológicos y psiquiátricos para los niños y se les da el tiempo que necesiten para hablar. Y en los adultos se logró que la declaración de la víctima tenga un valor probatorio equiparable a un testigo. "Hay un cambio en la mentalidad de los jueces y también del cuerpo médico forense que ahora se les indica comenzar a creer en la víctima".

Los detenidos por violación representan un 12% del total de presos. Es decir que casi uno de cada diez presos están acusados o condenados por ese delito. En el Código Penal figura como abuso sexual con acceso carnal y se sanciona con una pena de 6 a 15 años de prisión que puede agravarse de 8 a 20 en ciertos casos como por ejemplo, si existe algún vínculo familiar entre el agresor y la víctima, o si intervienen dos o más personas, o si el autor convive con la víctima, entre otros.

Ante la consulta sobre la dificultad de probar el delito, Hermida Leyenda explica que "el abuso sexual es difícil de probar, es un delito se rige por el poder y el secreto íntimo, es re victimizante para aquellos que lo padecen. Se necesita de un procedimiento específico y hay pocos abogados que se dedican a él".
Fuente: La Nación

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