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Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina, habló acerca de las medidas que tomó Estados Unidos en contra del biocombustible local. También se refirió a la productividad de las granjas argentinas de cerdos en comparación con las estadounidenses y dijo que mantienen niveles similares; el problema son los tributos "una vez que salen de la tranquera".

- ¿Qué opina acerca del alza de aranceles al biodiésel argentino que entra a los Estados Unidos?

- Para el país es una mala noticia que se hayan puesto esos aranceles que hacen prácticamente impracticable la colocación del combustible en ese mercado, pero bueno, así es el comercio. No digo que nos gusta, pero son cosas que suceden. Nos pasó con Europa. La Argentina fue a la OMC, planteó la cuestión, ganó en primera instancia, la Unión Europa apeló y la Argentina volvió a ganar la apelación. No estamos vendiendo ese producto a precio de dumping. Hay que seguir el camino con los americanos y demostrar que el comercio es normal.

- Las retenciones hacían más atractivo el biodiésel. ¿Puede migrar la producción?

- Ese es el desafío que nos toca ahora, choca, llama la atención, pero es muy usual. Estuvimos 12 años fuera del mercado y no pasaba nada, porque no estábamos en ningún lado. Ahora el país se pone a funcionar y empiezan a saltar este tipo de cuestiones en los diferentes mercados. Por un lado, habla de cuál es el camino: la competitividad, no sólo para acceder a la mayor cantidad de mercados en el mundo, sino porque al abrir el mercado cualquiera puede tener la aspiración de vendernos cosas a nosotros, y así está bien; es muy difícil que alguien pueda vender productos alimenticios en nuestro mercado. Competitividad significa tener condiciones de producción similares a la de nuestros competidores.

-¿Qué tienen los otros países que a la Argentina le falta?

-En general, estabilidad monetaria. Muy bueno lo que está haciendo el gobierno de bajar prácticamente a la mitad la inflación con la que recibió el país; es la madre de las batallas. No solamente para la producción, sino sobre todo para los asalariados. Después, infraestructura. Está muy bien todo lo que se está haciendo con las licitaciones y las obras; cuanto antes lleguen, mejor. Y no solamente para transportar carga al mismo precio o más barato que nuestros competidores, sino también para mitigar efectos del cambio climático. Otro tema importante son los acuerdos comerciales, donde dos países o bloques se ponen de acuerdo sobre qué productos van a entrar los próximos años con determinado arancel, y eso da previsibilidad. Si el productor conoce el arancel, toma gente, el banco le presta plata, porque sabe que tiene la producción asegurada, y se pone a producir más. Sabiendo que el comercio tiene que ser de ida y vuelta, abriendo también nuestra economía, que no quiere decir que sea de un día para el otro y se pierda empleo acá.

- Como lo hicieron otros países del mundo. . .

-Acuerdos como Australia o Estados Unidos, firmaron en 2005, pero parte se va a cumplir en el 2018, o sea 13 años después. Hubo sectores sensibles a los que el gobierno les dijo "te voy a dar 13 años para que te hagas competitivo o te reconviertas" porque tenemos que abrir, en base a este acuerdo la economía de este país.

- ¿Y la reforma tributaria?

- Sin lugar a dudas. Un sistema impositivo que estimule la inversión y no la asfixie. Está en boga estos días el tema de los cerdos. Nuestras granjas están al mismo nivel que las granjas americanas en inversión, eficiencia y productividad. El problema se da cuando salimos de la tranquera. Hay un municipio, San Antonio de Areco, que a una granja mediana que está a 30 kilómetros del pueblo le cobra una tasa de higiene y seguridad que a esa granja mediana le significa medio millón de pesos por año; tiene que ponerlos a cambio de nada. Hay provincias, como Entre Ríos, donde a la producción le cobran ingresos brutos. Y no adhirió a la Ley Pymes. Repito: la Argentina competitiva va a ser difícil. Es como pretender fabricar celulares y venderlos en Japón. . . bueno, vamos a tener que hacer un gran esfuerzo porque es un país que los hace muy bien. Entonces a eso me refiero con esa doble intención de la competitividad local.

- Ahora hay mucho optimismo en el empresariado. ¿El campo terminó votando a Cambiemos cuando se ven los resultados de las elecciones?

- El campo somos los productores, pero está la ruralidad. La ruralidad fuertemente creyó en reconstruir el país a través del trabajo, lo que se ve que está proponiendo el Gobierno. No con atajos, salidas fáciles o ideas populistas, si no diciendo "trabajemos y tratemos de estar todos los días un poco mejor". Se ve una importante zona central que apoyó al Gobierno.

- ¿Qué le preocupa de cara a lo que viene?

- Nada, trabajando, con gente idónea en el Gobierno y dándole velocidad y respuesta a los desafíos que tenemos, no nos preocupa nada, justamente el gran capital que tenemos nosotros es la gente. De la agroindustria, de los productores como otros sectores de la economía, no hay que explicarle las cosas, dándole las condiciones rápidamente saben lo que tienen que hacer. Quedó demostrado ahora, con la cosecha récord, con el incremento al stock ganadero. En la medida que tengamos reglas similares a nuestros competidores se va a generar fronteras adentro más valor y empleo. Hay potencial para generar 1.100.000 puestos de trabajo en cinco años en los lugares donde producimos y estoy seguro de que lo vamos a lograr, porque el campo está para mucho más todavía.
Fuente: La Nación

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