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Una enfermera de 42 años falleció una semana después de haber sido diagnosticada con COVID-19. Según supo El País de Montevideo a través de fuentes vinculadas a la mutual uruguaya Círculo Católico donde se desempeña laboralmente, la mujer se había negado a recibir la vacuna contra el virus y por eso no se había agendado. Además, tenía diabetes.

“Es importante aclarar que desde nuestra institución estamos permanentemente promoviendo la vacunación y facilitando que todos accedan a ella”, dijo la directora del Círculo Católico, Cecilia López.

Según explicó la funcionaria de la mutualista, la enfermera no estaba internada en el hospital. Se le estaba realizando un seguimiento domiciliario tras sufrir paro cardiorrespiratorio y finalmente falleció a los pocos minutos después de haber ingresado al centro.

El infectólogo Martín López, que trabaja en la misma mutualista, dijo que la mujer “probablemente haya tenido un tromboembolismo pulmonar masivo”, lo que explica la muerte de forma repentina. Se trata de un coágulo que impacta en una arteria pulmonar. “Eso hemos visto con este virus, está ligado a lo protrombótico que genera”, añadió.

En tanto, se realizará una autopsia para conocer los detalles de la muerte. Sobre la decisión de no vacunarse, López sostuvo: “Lamentablemente en todas las mutualistas hay un núcleo duro de personas al que no se le entra con nada y no piensan vacunarse. Al no ser obligatoria, no podemos hacer nada”. Además, el médico dijo que “muchos focos intrahospitalarios” surgieron a partir de personal de la salud no vacunado.
Fuente: El Telégrafo

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