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“Hubo situaciones problemáticas pero que llegaron a una resolución. Algunas autoridades de mesa convocadas fallaron; hay que pensar en convocar a quienes realmente tienen interés en participar o sancionar más duramente a quienes no lo hacen. Esto provocó retraso a las personas que fueron a votar temprano”, señaló.

Sobre las interminables colas para sufragar, el funcionario sostuvo que “la demora no se produce por una falencia de las autoridades de mesa ni porque la gente se tome mucho tiempo en el cuarto oscuro, sino porque había mucha variedad de boletas y eran nueve cuerpos que la gente podía elegirlos de distintos partidos”.

“En la Escuela Paso un presidente de mesa vio cuestiones sospechosas en los sobres y comenzó a firmarlos él, algo que el Código Electoral le permite, pero esto molestó a los fiscales ya que decían que si iba a tomar esa determinación lo hubiese hecho desde un comienzo. Consensuamos que en lugar de cinco sobres firme tres y que controle más a los fiscales”, dijo Paredes. El problema se habría desencadenado –según lo relatado por la autoridad de mesa- porque los fiscales firmaban el sobre en otro lugar de que él les indicaba.

Eduardo Paredes señaló que “en todo el departamento hubo faltante de boletas”. También hubo malos entendidos. “Algunas autoridades de mesa piensan que solo están facultadas para competir las boletas que vienen en las urnas, lo que nosotros llamamos oficializadas, pero en realidad la oficialización de la boleta no la hace el correo sino la Justicia Electoral y se oficializan en otro lugar. Los partidos que no entregaron a tiempo las boletas al correo, serán los fiscales los encargados de reponerlas, y si estos no llegan a algunos lugares es una responsabilidad exclusivamente partidaria”.

Si bien Pueblo Liebig tuvo una elección tranquila, en Villa Elisa surgieron un par de inconvenientes. “En primera instancia, los fiscales no hicieron una buena lectura del acta de escrutinio para fuerzas provinciales y locales, les parecía que una de las listas no figuraba su candidatura, siendo que en las urnas estaban las boletas”, dijo.

El segundo malentendido en la Ciudad Jardín se dio debido a que “uno de los candidatos presentó en su momento unas boletas pegadas con cinta adhesiva, algo que no está permitido; otros fiscales se quejaron y tuve que reunirme con todos los fiscales de la ciudad para explicarles cómo hacer al momento del recuento, porque el voto era no válido en todas las categorías por ser un cuerpo extraño dentro del sobre, pero a su vez el fiscal podía recurrir el voto”.Según explicó Paredes, esto ocurrió porque “comenzaron la elección con las boletas completas, pero en un momento escasearon y comenzaron a pegar con cinta las que tenían cortadas. Por lo tanto, “pensamos que en Villa Elisa va a haber más votos recurridos que en otras ciudades”, concluye.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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