Un hombre de unos 40 años, que estaba alojado en el Pabellón 7 de la Unidad Penal 2 de Gualeguaychú, fue severamente golpeado por otros internos debido a problemas de convivencia. La situación fue grabada en un teléfono celular en manos de otro preso y rápidamente viralizada dentro de la cárcel. Las violentas imágenes lograron atravesar los altos murallones de la penitenciaría enclavada en el centro de la ciudad. El hombre habría sufrido hematomas, pero no recibió lesiones de gravedad y producto de esta agresión fue trasladado a otro sector de la cárcel.
Cuando se originan revueltas de estas características, en donde los mismos presos son los que imponen sus códigos, siempre utilizan la misma modalidad para pasar inadvertidos ante la guardia. Suben el volumen de los equipos de audio y la música tapa los gritos, pasando inadvertida la situación para los responsables de la seguridad.
Lo que no pasa inadvertido es el grave problema que tiene el servicio Penitenciario de Entre Ríos para evitar que los internos tengan en su propiedad teléfonos celulares. Días atrás, en medio de una requisa en el pabellón seguridad, además de cocaína y marihuana, secuestraron 8 teléfonos celulares que los internos de ese pabellón tenían escondidos.
