La Municipalidad de Gualeguaychú pretendía que se realizara una nueva habilitación comercial cada cuatro años, perdiendo los comerciantes todos los derechos adquiridos, pese a la antigüedad del comercio. “Ahora, se cumplirá con lo que el municipio le pide al comerciante, que es una actualización de datos en base a la actividad que está desarrollando”, indicó.
Adolfo Solari expresó que “todos queremos lo mismo: mantener los comercios en orden con ficheros y legajos al día en el municipio, que todos los comercios paguen las tasas que corresponden y, si no se puede por diferentes razones, que se establezca un plan de pago”. “Que se trabaje en una verdadera actualización de datos y que los trámites sean sencillos y ágiles”, agregó el flamante presidente de la institución.
Por su parte, Sergio Bozzano, otro de los integrantes de la entidad, resaltó que “se logró el objetivo y los funcionarios municipales entendieron nuestra postura, resolviendo, en conjunto, las asperezas que teníamos”. Por fortuna, “hubo entendimiento de las dos partes”, indicó.
Raúl Chaia, un histórico comerciante de la ciudad, con 30 años en el rubro, mencionó que “la alegría más grande es que por primera vez se logró unir la actividad mercantil; y que la sociedad entienda que esto era un problema de todos y no de los comerciantes del centro. Ahora, cualquier actividad comercial está unida para hacer frente a la presión fiscal, a las aspiradoras de los pueblos como lo son las estructuras bancarias, cadenas comerciales grandes, las tarjetas de crédito, más el avance de comercios de capitales extranjeros que nos están haciendo mucho daño”.
