"En Buenos Aires, en nuestro argot porteño a los aduladores los llamamos 'chupamedias' y la figura es propia de quien chupa las medias a otro. Es feo masticar las medias de otro, es un nombre bien hecho", añadió.
En los últimos días, Francisco había respondido a los Cardenales que lo habían criticado, entre otras cosas, por mostrarse como una figura "revolucionaria" en una entidad que "sólo está al servicio de la tradición".
Así y todo, el Papa volvió a levantar la guardia también contra los halagos excesivos: "A mí, cuando me elogian incluso por algo que he hecho bien, me doy cuenta rápido de quién está alabando a Dios y quién lo hace con un poco de aceite, para hacerse?", añadió.
En tanto, Francisco mostró su postura muy crítica en contra del aborto: "he pensado en la costumbre de matar a los niños antes de su nacimiento. Es un crimen horrendo", lamentó y dijo que "los matan porque es mejor así, porque están más cómodos. Es una responsabilidad grande, es un pecado gravísimo".