Hoy 9 de julio, a 204 años de la Declaración de la Independencia, vivimos una jornada a todo pulmón con plena militancia y recién paramos la pelota; un emotivo acto en Plaza 25 de Mayo fue el inicio del día y después más de 800 viandas de torta frita y chocolate en Perucho, Santa Teresita y el Brillante. Como se puede lo hicimos y lo hacemos como se puede; barbijo de por medio, alcohol en gel, distanciamiento y mucha solidaridad. Ahí está nuestro capital. Porque hay una verdad: el coronavirus distingue clase social y no es lo mismo quedarse en la casa cuando nuestro ambiente tiene todos los servicios vitales, que cuando se vuelve un cóctel de trampas mortales y ausencias; y eso lo sabemos de la A a la Z.
Esta jornada fue un parate en la agenda y funcionó por amor al amor, gracias al motor comunitario y a esa conciencia colectiva que entendió clarito que acá nadie se salva solito. ¡Ahí está el pulmotor que nos hace respirar! Porque si algo realmente vino a contagiarnos esta realidad es la comprensión de que la batalla no es contra un virus, es contra el egoísmo. Gracias San José. Estuvimos codo a codo recuperando una gran tradición, estuvimos con el pueblo y la militancia, esa militancia que hoy rompió las fronteras del ingenio, la creatividad y el sacrificio para vencer el no se puede y cuidándonos celebramos este 9 de Julio.
Si queremos una nueva normalidad que nos incluya a todos y todas después de esta pandemia empecemos ahora.
¡Hasta que la dignidad se haga costumbre! ¡Viva la patria!"