Fue al anochecer, cuando un pescador sacó del agua una granada de mano y, ante la peligrosidad de este tipo de artefacto, dio aviso a las autoridades.
De inmediato se constituyó en el lugar el personal de la Policía de Entre Ríos, que realizó las diligencias de rigor con conocimiento de la Fiscalía de turno a la fecha.
Con el correr de los minutos se supo que se trataría de una granada M5 de gran poder explosivo, de fabricación española denominada EXPAL EA M-5 de Explosivos Alaveses S.A.
Según explicaron, es un artefacto con doble espoleta y selector para utilizarla en forma instantánea o a tiempo, con un sistema complicado que solía propiciar fallas y accidentes.
Fue una granada denominada de las reglamentarias extranjeras en el Ejército argentino y que se utilizó hasta fines del año 1982/83, por lo que se usó en forma paralela a la FMK-2. Inclusive se usó en la Guerra de Malvinas.
Asimismo, es una granada de doble propósito, ya que se puede usar con vaso de fragmentación o sin él, es decir que se puede usar en forma ofensiva o defensiva.
La granada es imposible desactivarla y, por lo tanto, el tenerla se encuadra en el delito de tenencia ilegal de arma de uso prohibido.
