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Para el intendente, el agro tiene "muchísimos empleados con un salario de $23 mil" y calificó a la cosecha de arándanos como un "trabajo precario". Para las entidades, debería hacer un "mea culpa sincero y profundo". Así resumió, Mariana Friedlander, el cruce entre las partes.
Cresto y el “trabajo precario” en el campo
En su último informe, el Indec reveló que la ciudad de mayor pobreza del país es Concordia, en Entre Ríos, con el 52,9%. Y su intendente, el peronista Enrique Cresto, aseguró que el gran responsable de esa cifra es el campo, lo que generó una fuerte catarata de críticas por parte de la Mesa de Enlace, que nuclea a los productores agropecuarios del país y de la región. Es que, según Cresto, el agro tiene “muchísimos empleados con un salario de $23 mil”, un número por debajo de la canasta básica. Además, afirmó que existe “trabajo precario” que surgió de las plantaciones de arándanos, donde los operarios “golondrina” que llegan de otros lugares levantan la cosecha durante 45 días y luego se van.
La Mesa de Enlace y “la visión cínica” del intendente
Las declaraciones de Cresto generaron indignación entre los dirigentes de las filiales entrerrianas de Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria, Farer y Fedeco.

“Visión cínica”, “carente de autocrítica” y “no asume responsabilidades”, fueron algunas de las críticas que lanzaron como respuesta a las acusaciones. “Debiera saber que el campo genera empleo genuino y no planes sociales para mantener rehenes políticos, produce renta e inversiones, brinda al fisco entrerriano aportes millonarios y es uno de los actores protagónicos de la actividad agroindustrial, siendo uno de los sectores productivos que apuntalan esta provincia”, resaltaron.

Remarcaron que el peronismo “aplicó medidas contrarias a la producción, el empleo y el desarrollo”. “Provocaron el cierre de 125 frigoríficos y cientos de tambos, disminuyeron enormemente las cabezas de ganado, condujeron a la retracción de la inversión productiva”, enumeraron.

Tras pedir un “mea culpa sincero y profundo”, las entidades consideraron que Concordia es “una fábrica de pobres” que usa “a los más necesitados como carne de cañón para apetencias políticas personales”.
Fuente: InfoCampo

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