El objetivo, indican Galimberti y Carbajal en los fundamentos, "consiste en lograr un esfuerzo por parte del gobierno nacional para atender la creciente problemática inflacionaria por el cual atraviesa la nación desde hace varios años". Durante 2023, según argumentan, la variación anual de la Canasta Básica Alimentaria que se utiliza para medir el nivel de indigencia de los argentinos, fue de 258%.
Además de la escalada inflacionaria los legisladores señalan que hay una constante pérdida adquisitiva de los salarios, debido a los aumentos de los costos en los servicios y demás productos, y que el proyecto de ley pretende mejorar el ingreso disponible y, consecuentemente, la capacidad de compra de todos los sectores sociales de la Argentina, principalmente para los más vulnerables, quienes destinan al consumo de bienes de primera necesidad la totalidad o gran parte de sus ingresos.
De tener un trámite parlamentario favorable varios serían los productos de la canasta básica alimentaria que podrían tener IVA 0%, entre ellos los siguientes: agua, leche, yogures, pan; carnes, huevos, aceites, cereales y granos para la alimentación humana; harinas, almidones, féculas, fariña, semolados; variedades de harina para sopa y purés, conservas alimenticias, pastas, azúcares y edulcorantes nutritivos, mieles y sus productos derivados, frutas, legumbres y hortalizas, yerba mate, mate cocido y té y sales, cada uno de ellos con las especificaciones contempladas en el proyecto de ley.
El proyecto también beneficia al Estado nacional, las provincias, municipalidades, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, organismos centralizados o descentralizados de sus dependencias, comedores escolares o universitarios, obras sociales, entre otras entidades.
