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Si usted es uno de los que tenía pensado guardar su lancha en el galpón de la costanera , lamento decirle que no será posible, a no ser que le permitan estacionarla en el boliche del señor constructora inversora en rubros varios, o sea el señor Mariza, o sea el señor Puerto Príncipe. No confundir con Haití, lugar de donde ocurrieron terremotos que dejaron un gran caos, aunque esto último es coincidente con nuestro Puerto Príncipe S.A.

O también es posible que usted sea de aquellos que, como dijo el ex concejal Guitar, no le gusta que "se utilice ese espacio para que lo aprovechen 100 familias con lanchas". Aunque esto no quiere decir que usted está celebrando que puede llegar a contar con el boliche más grande de la costa del río Uruguay según dijo el señor de la constructora, al hablar de algo que nadie le había pedido, pero que como conocedor de la dinámica de los negocios con el estado se apuró a difundir.

A algunos les gusta lo del boliche (¿y les conviene?) y a otros no. Discutible y opinable.

Se entiende que se arme una confusión con todo esto pero al señor constructora e inversor en rubros varios, termas, caminos, etc., le autorizaron un emprendimiento para guardar lanchas y el hombre, como experimentado empresario se ve que no puede con el ímpetu de la innovación, dice que se manda un boliche a toda orquesta. Aunque hasta ahora la orquesta no suena porque, según el municipio, la seguridad hace agua. Flojito de seguridad. Si este tema la empresa lo tomó a la ligera y sobre todo con la memoria social muy fresca y sensible por lo ocurrido a Bruno Escobar en un boliche de Concordia y que lo mantiene cuadripléjico, crucemos los dedos, freno y reflexión. La empresa había presentado un capital de $400 mil pesos. Con ese dinero no puede respaldar nada. Recientemente trascendió que hizo un depósito por 2 M. Eso no figura en el expediente. Todo extemporáneo.

Todo muy confuso. No puede ser de otra manera.

El objeto en la licitación era, entre otras cosas, para construir una guarda para lanchas. En ningún lado dice "que se construya el boliche bailable más grande de la costa del río Uruguay" como dice el señor constructora inversora en rubros varios, o sea el señor Puerto Príncipe S.A

A esta situación anómala se llega por una sucesión de anomalías e incumplimientos.

En primer lugar, quienes tienen que tomar las últimas decisiones, deberían preguntarse qué opinan otros posibles interesados en el llamado a licitación 44/15 que desistieron porque lo de la guardería de lanchas requería una inversión que no estaban interesados en realizar, pero a lo mejor sí para los otros rubros (incluso la confitería bailable que no figuraba). El pliego obliga a hacerse cargo de los dos galpones con sus objetos bien definidos. Luego se desestima un galpón y aparece una confitería bailable, palabra que no figura en ninguno de los documentos administrativos, expedientes, resoluciones, etc. No queda muy prolijo. No parece haber equidad. No tiene el color de la igualdad. No contribuye a la transparencia. Así no se practica una nueva política desde el Estado. El intendente, los concejales y funcionarios tienen la posibilidad de demostrar a la sociedad que se puede construir con transparencia y sin presión de los poderes que tienen mucha habilidad en estas materias. Se pueden buscar los antecedentes de los integrantes de la S.A.

El 13 de julio de 2015 se realiza la apertura de sobres. Dos meses después (11 de septiembre 2015) la comisión evaluadora (conformada por Abogada Manuela Pizzini (Direc. Asuntos Juridicos, Armando Gay -Ente Mixto Gestión Costanera-, Ing. Luis Costa -Secretaría Obras y Servicios Públicos-, Arq. Graciela Etcheverry -Secretaría de Obras y Servicios Públicos-, Cr. Gustavo Labriola -Secretaría de Economía y Hacienda-, Liliana Freytas -Directora de Compras y Suministro-) eleva un Informe sobre la intimación a la firma Puerto Príncipe S.A para que presente documentación omitida y fuera de término y la consiguiente verificación de su presentación. También informa sobre la carencia de detalles necesarios para una adecuada evaluación por parte de la Secretaría de O. y S. P. Todo lo presentado es muy difuso, de acuerdo a los profesionales que debieron analizar la documentación.

A pesar de esto, el 7 de octubre de 2015, mediante decreto 944/15 se adjudica la licitación a la firma Puerto Príncipe S.A y el contrato de Concesión, que tiene la misma fecha, es firmado en representación del Municipio por: Bordet –intendente-, Orabona –Secr Gbno- Gay –Ente Mixto Gestión Costanera-) y por la empresa adjudicada el señor Adrián Bruffal.

A alguno puede traerle el recuerdo del presente griego, el caballo de Troya que con la sorpresita adentro.

La concesión es por 15 años con opción a 20. Dos o tres gestiones de gobierno.

El contrato estipula en la cláusula QUINTA que "el concesionario deberá exhibir y cumplimentar el cronograma exigido en el artículo 6º del Pliego de Bases y Condiciones de la Licitación Pública 44/15, precisando las fechas de inicio de los trabajos, que no podrán ser superior a los treinta días corridos a partir de la firma del presente contrato de concesión. . ."

Esta cláusula venció el 7 de noviembre de 2015. No se cumplió.

El 28 de Junio de 2016 el EMCOTUR (Expte interno 39 E 2016) informa incumplimiento por parte Puerto Príncipe S.A y señala causales para aconsejar recisión del contrato. Una larga lista de observaciones y anomalías dan argumento a la nota firmada por Martín Buraglia, presidente ejecutivo del EMCOTUR que en el párrafo final dice: "El estado actual no deja otra conclusión que ejecutar la garantía de cumplimiento si existiese y rescindir el mismo, además de rescindir evaluar el inicio de acciones legales para requerir por los daños y perjuicios ocasionados. . ."

En el mes de agosto la firma Puerto Príncipe S.A informa que dará inicio a las obras, invocando como justificación de la demora las inundaciones ocurridas. Acá se puede corroborar un desajuste de fechas.

El 5 de octubre de 2016 (transcurrió un año de la firma del contrato de concesión, ocurrida el 7/10/15) con la firma de Miguel Marizza la empresa Puerto Príncipe SA presenta una nota en la que dice que eleva plan de trabajo e inversión, excluye el segundo galpón y habla de confitería bailable. En ninguna parte del pliego, contrato y demás documentos administrativos figura la palabra confitería bailable.

La idea para destrabar esta situación surge en una reunión entre el responsable de la Empresa Puerto Príncipe SRL, Departamento Ejecutivo Municipal, funcionarios y concejales representante s de cada bloque del HCD.

Analizan la suscripción de un contrato complementario desafectando de la Licitación el galpón destinado a Guardería Náutica. Una desprolijidad que no brinda seguridad a quienes eventualmente quieran participar de los llamados a licitación del Municipio.

En las últimas horas la empresa Puerto Príncipe S.A (Mariza, Bruffal, Szcech ), todos viejos conocidos en el ámbito de la obra pública y su relación con los gobiernos, amenazaron con acciones legales. Nada extraño.

El intendente Enrique Cresto pertenece a una nueva generación política. Dice que vino a hacer las cosas de otra forma. Tiene la oportunidad de demostrar que las normas están para cumplirlas, que su cumplimiento es lo que brinda seguridad y transparencia y es la mejor forma de defender los intereses de la ciudadanía. Los poderes económicos y quienes están acostumbrados a hacer "negocios" con el Estado, siempre presionan.

Algunos de los importantes funcionarios del Intendente, señalaron las anomalías detectadas en este confuso proceso.

El 24 de diciembre anochecía en Puerto Príncipe. Llegaba la Noche Buena y esperaban a Papá Noel. ¿Habrá llegado?

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