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Fue el escribano mayor de Gobierno hasta 2014.
Fue el escribano mayor de Gobierno hasta 2014.
Fue el escribano mayor de Gobierno hasta 2014.
El Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay había condenado a Francisco Gastaldi, ex Escribano Mayor de Gobierno, a cuatro años de prisión efectiva por los delitos de estafa y falsificación de un instrumento público.

Sin embargo, la Cámara de Casación le bajó la pena y se la dejó en tres años condicional, tal lo dice la sentencia. No irá a la cárcel.

Histórica de película

La historia del clan Gastaldi es propia de un guion cinematográfico. El ex funcionario provincial, oriundo de Gualeguay, fue acusado y condenado por fraguar documentos públicos y quedarse con propiedades del hacendado Héctor Alfredo Ascar. Francisco Gregorio Gastaldi, hijo, y Jorge Mario Rodríguez, fueron quienes se pusieron al frente de una maniobra financiera para que todos los bienes del hacendado quedaran fuera de la herencia de su hija Rosa Argentina Ahibe.

El fideicomiso incorporaba 37 inmuebles, en su gran mayoría rurales, con excepción de tres inmuebles urbanos, como surge del detalle del "Contrato de Fideicomiso Productivo Sujeto a Plazo". La escritura fue realizada por Silvina Lacorazza, en el estudio de Gastaldi, según contó la propia escribana. Llevaba el Registro de Protocolo Número 16, que corresponde a Gastaldi padre.

Condena


La condena del Tribunal de Juicio y Apelaciones alcanzó al hijo del histórico funcionario, que también lleva el mismo nombre del padre pero se dedica a la agronomía. Éste recibió una pena de tres años de prisión efectiva. Laura Gastaldi, ex convencional constituyente por el PJ y escribana pública, fue condenada a la pena de tres años y seis meses de prisión que debía cumplir en la Unidad Penal Nº7 de Gualeguay. Todos fueron encontrados culpables como partícipes de las maniobras fraudulentas.
Pena morigerada

La Cámara de Casación; integrada por Elisa Zilli, Marcela Davite y Hugo Perotti; entendió que las condenas eran punitivamente excesivas y justificó su revocatoria en que la situación es reversible al momento en que los condenados, para decirlo de una manera coloquial, pueden devolver los bienes que se adjudicó ilegalmente a la damnificada, Ahibe, representada por los abogados Leopoldo Lambruschini y Mariano Churrarín.

Para decirlo de otra manera: los bienes no desaparecieron y la víctima podrá acceder a lo que le corresponde. Vale aclarar que Casación ratificó los delitos imputados en la instancia anterior.

A Gastaldi, en la nueva condena, también se le aplicó la inhabilitación especial para ejercer la profesión de escribano público durante seis años. Mientras que a la ex convencional dos años y seis meses de prisión de cumplimiento condicional, manteniendo la inhabilitación especial para ejercer la profesión durante seis años; a Gastaldi hijo dos años y seis meses de prisión de cumplimiento condicional; y a Rodríguez dos años y seis meses de prisión de cumplimiento condicional.

La denuncia hecha en 2011

El guion se empezó a escribir el 31 de enero de 2011, día en que falleció Ascar. Antes de su deceso, su hija no reconocida, María Andrea Martínez, promovió una demanda de filiación en su contra (Expediente Número 4.235) que tramitó en el Juzgado Civil y Comercial Número 1 de Gualeguay. Los tiempos procesales se dilataban, el hacendado vivía sus últimos días y los Gastaldi pergeñaban las maniobras por las que ahora fueron condenados.

Un momento clave fue cuando Gastaldi decidió correr a la pareja del hacendado, y destinataria por testamento de los bienes, Rosa Argentina Ahibe, para quedarse él con todo. Cuando Ascar estaba enfermo, y para obstaculizar cualquier reclamo filiatorio, el funcionario y ex intendente de Gualeguay le pidió a Ahibe que cremara el cuerpo del hacendado. Esto lo cuenta en una nota periodística del 26 de octubre de 2013.

Otra historia

El hombre que certificaba los actos del Gobierno de Entre Ríos y que tras los problemas judiciales se jubiló, ya tenía sobre sus espaldas una condena por un hecho similar. En 2014 fue encontrado culpable por haber hecho una escritura de cesión de bienes a un hombre que se estaba muriendo. El Superior Tribunal de Justicia (STJ) determinó que esa persona no estaba en sus cabales cuando tomó tal decisión. Se trata de una causa que data del año 2000 en la que Florindo Cuevas, de la ciudad de Gualeguaychú, durante sus últimos días de vida, tras el padecimiento de una enfermedad terminal, cedió sus bienes a un tal Alfredo Antonio Chamot. Esa cesión se hizo a través del escribano Gastaldi.

Pero resulta que familiares de Cuevas vieron en ese acto indicios de una posible estafa y decidieron transitar la vía judicial para atacar esa cesión tipificada como posible delito de uso de documento público falso en concurso con estafa procesal. El fallo lo firmaron los vocales Leonor Pañeda y Juan Ramón Smaldone. Emilio Castrillón, se abstuvo.
Fuente: Página Judicial.

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