Al ser consultado, Casarino había explicado: “Me jubilé, pero en este momento sigo uniformado porque estoy en la policía urbana que dirige el Comisario Pasarello” y contó: “tengo portación de arma, es una escopeta 1270, con balas de goma y nadie me pidió que la utilizara, lo decidí yo porque me agredían”.
Dos días después, la Policía realizó un allanamiento en su domicilio y secuestro armas y cartuchos.
El fiscal de turno, Francisco Azcué, contó a El Entre Ríos detalles del procedimiento. “Tomamos conocimiento de que unos vecinos se quejaron porque estaban preocupados e intranquilos, ya que veían que esta persona iba armada para que no arrojaran basura. Él dio una entrevista en la que explicó qué rol cumplía y afirmó que tenía una escopeta de guerra que cargaba con postas de goma y con todos estos elementos pedimos al REPAR (Registro Provincial de Armas) un informe del que surgió que Horacio Casarino tenía una cédula de legítimo usuario, pero que ya venció. O sea, en este momento él está inhabilitado para tener armas”, aseguró y agregó: “Del informe también surgen las armas que él tenía, porque en su momento las registró”.
“Pedimos un allanamiento que se hizo este sábado en su casa. Allí se secuestraron armas de fuego de grueso calibre y también otras que vamos a peritar para ver de qué tipo son, ya que tenía varias y algunas podrían ser de utilería. A las armas que fuimos a buscar las tenía, inclusive con la documentación vencida de cada una”, mencionó el fiscal.
Luego de sus entrevistas y el allanamiento, Casarino deberá responder preguntas, pero esta vez, ante la Justicia. “Por la edad avanzada y la situación de pandemia dispuse que no fuera detenido, fue demorado en Jefatura de Policía e identificado”, indicó Azcué, y contó, sobre la imputación: “Se pudo establecer que estaba cometiendo un delito, que es la tenencia de esas armas, por eso dispuse que sea citado a indagatoria este lunes y allí se le imputará el delito de tenencia de arma de guerra y quedará sometido a proceso”.
