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La polémica sobre el trámite que seguirá el proyecto de legalización del aborto en el Senado volvió a escalar ayer, con un nuevo choque entre promotores y detractores de la reforma. Como resultado de esas discusiones trascendió que la votación podría llevarse a cabo en la primera quincena de agosto, aunque todavía no hubo un anuncio sobre los plazos.

La discusión siguió girando en torno de la decisión de Gabriela Michetti de girar la iniciativa a cuatro comisiones, lo que fue señalado por los impulsores de la reforma como una maniobra dilatoria.

Para asegurarse de que el Poder Ejecutivo se mantendrá neutral, la diputada de Pro Silvia Lospennato, una de las promotoras de la iniciativa, se reunió ayer con el Presidente. Le manifestó su deseo de que en el Senado sostuviera la postura que mostró la Casa Rosada en Diputados, al margen de las posiciones individuales de algunos funcionarios.

Macri no dio instrucciones. Solo transmitió su inquietud por la regulación de la objeción de conciencia, a partir de los reclamos de clínicas privadas que plantean la necesidad de incluir una cláusula institucional. Lospennato le respondió que en el artículo 13 del proyecto indica que en casos excepcionales (por ejemplo, en centros de salud donde todos sus profesionales sean objetores de conciencia), se contempla la derivación a otro establecimiento.

Mientras tanto, la vicepresidenta, detractora de la legalización, respondió las críticas que le había dedicado el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto, por haber girado la iniciativa a las comisiones de Salud, de Justicia y Asuntos Penales, de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto, y no solo a las dos primeras, como él le había solicitado.

"Giré a cuatro comisiones, igual que se hizo en Diputados", dijo Michetti, vía Twitter. Y agregó: "No hay dilación posible porque las cuatro comisiones trabajarán juntas en plenario. Según nuestro reglamento, la Comisión de Presupuesto es inevitable en todo proyecto con erogación de recursos".

Promotor de la legalización, Pichetto formalizó ayer su reclamo con una nota dirigida a Michetti, en la que volvió a acusarla de "entorpecer" el tratamiento del proyecto, aprobado en Diputados el 14 de este mes, y advirtió que planea llevar la discusión al pleno de la Cámara.

Una nota en igual sentido presentó el presidente de la bancada kirchnerista, Marcelo Fuentes. La discusión podría instalarse en la próxima reunión de Labor Parlamentaria, previa al informe del jefe de Gabinete, Marcos Peña, programado para el miércoles.

En el entorno de Michetti insistieron en que el giro a Presupuesto es inevitable. "Un debate responsable de este proyecto debe abarcar la noción de cuánto le va a costar a cada hospital, centro de atención primaria, obra social, destinar el personal y los insumos necesarios para cumplir con el objetivo", argumentaron.

La vicepresidenta le respondió lo mismo a la actriz Dolores Fonzi, que la visitó para manifestarle su preocupación ante posibles dilaciones. En el entorno de la vicepresidenta calcularon que la votación podría realizarse en un mes y medio.

A la polémica enseguida se sumaron otros senadores del Bloque Justicialista, donde el tema divide aguas. "El debate sobre el aborto no es una discusión presupuestaria. Michetti ya tiene una actitud tomada y va a tratar de complicar el avance de lo que se ha votado en Diputados", manifestó Pedro Guastavino (Entre Ríos), presidente de la Comisión de Justicia. Para José Mayans (Formosa), en cambio, "la vicepresidenta mandó el proyecto a las comisiones que corresponde".
Fuente: La Nación

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