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Hallaron muerto a un adolescente de 17 años, que estuvo involucrado en el crimen de Lucía "La Loba" Mansilla. Ocurrió este sábado al mediodía, en calle Florencio Sánchez, del barrio San Agustín, de Paraná. Fuentes policiales confirmaron que se trató de una autodeterminación. Sus familiares intentaron reanimarlo, pero nada pudieron hacer para salvar la vida del muchacho.

En el hecho intervino personal policial de la comisaría sexta de Paraná y el fiscal en turno dispuso la intervención de la División Homicidios a los fines de acompañar las pericias de rigor. El cuerpo fue trasladado a la morgue de Oro Verde para la autopsia correspondiente.
Sobre el crimen de Lucía "La Loba" Mansilla
Lucía Torres Mansilla, conocida como "La Loba", era una mujer trans que fue asesinada de 20 puñaladas en su casa. Las circunstancias que rodearon el crimen no terminaron por poner de acuerdo a la Fiscalía y a la querella en el tipo de delito: para la acusación pública se trató de un homicidio simple y para la querella fue un transfemicidio. Ambas partes pidieron enviar el expediente del caso para el debate oral, y si bien estaban de acuerdo en que el menor detenido fue el autor del hecho delictivo, quedó plasmada la disidencia en la calificación legal del mismo.

El homicidio ocurrió a mediados de julio de 2019. En la tarde del jueves 18, Lucía, de 37 años, fue hallada sin vida en su vivienda de Ameghino 59 de Paraná. Era una mujer trans, poeta y militante del colectivo LGTBIQ+. La investigación llevada adelante por la División Homicidios y la Fiscalía fue reuniendo varias pruebas, hasta que el 8 de agosto detuvieron al adolescente de 16 años, principal sospechoso del asesinato. Estuvo un tiempo con prisión preventiva en una dependencia del Copnaf y luego fue liberado con restricciones. Quedó severamente comprometido en la causa por testimonios, una huella dactilar, una huella de calzado y videos de cámaras de vigilancia de las inmediaciones del lugar del hecho. A su vez, se incorporó una prueba de ADN que también lo incriminaría.

Desde que concluyó la reunión y producción de pruebas, desde que se cumplió el primer aniversario del crimen la discusión central en la causa pasó por de qué tipo de crimen se trató. Tanto los familiares de la víctima como la Comisión Justicia por La Loba, trabajaron en aportar a la causa las miradas necesarias para que prevalezca la perspectiva de género al momento de acusar. Si bien hubo instancias de diálogo entre la Fiscalía, a cargo de Sandra Terreno y Álvaro Piérola, y la querella representada por Patricio Cozzi, finalmente no hubo acuerdo.

En el dictamen de la acusación pública donde solicitaba la remisión de la causa a juicio sostuvo que el delito imputado debía ser el de Homicidio simple. Allí se argumentaba por qué no existieron agravantes, específicamente porque no se trató de un crimen de género.

Por su parte, el querellante en su pedido consideró que se trató de un homicidio con cuatro agravantes: por violencia de género (es decir, un transfemicidio), alevosía, ensañamiento y, además, por odio. En la argumentación, las 20 puñaladas por la espalda que recibió la víctima sustentan cada agravante, entre otros elementos que fueron mencionados.

Se aguardaba que, luego de la contestación de la defensa, la jueza Elisa Zilli convocara a una audiencia de remisión de la causa a juicio, donde cada parte expondría su hipótesis y luego se enviaría la causa al Juzgado Penal de Niños y Adolescentes para el debate. Pero, a dos meses de cumplirse el segundo aniversario por la muerte de La Loba, con la muerte del único sospechoso, el homicidio queda impune.
Fuente: El Once

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