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En el hospital San Antonio de Gualeguay, cuando una madre va a tener una cesárea, no permiten que el padre ingrese al quirófano, tampoco el acompañamiento de un familiar aunque así sea requerido. No es en el único lugar de la provincia: pasa en la mayoría de las localidades, y en ámbitos públicos y privados, salvo excepciones. En esa cuidad, Gabriela Johanneson junto a la abogada Evangelina Gálligo y una Multisectorial de Mujeres realizaron una presentación a las autoridades sanitarias del establecimiento. Después de dar pelea, la respuesta fue positiva.

Cuando alguien comienza a preguntar aparecen historias, referencias, situaciones que por desconocimiento parecían lógicas. "Usted no puede entrar porque se trata de una operación"; "este ginecólogo no permite el ingreso de acompañantes porque el lugar es chico"; "es un problema porque se pueden dar hechos de violencia"; "a veces terminan atendiendo al padre porque no está preparado", y así, entre otras, se escuchan algunas respuestas en el pasillo, frente a la puerta de algunos quirófanos previo a un parto. En Gualeguay demostraron que es un derecho de la madre la posibilidad de estar o no acompañada cuando debe practicarse una cesárea.

En el hospital de esa ciudad habían dado una respuesta contundente, una negativa a la solicitud de estar acompañada en esa instancia. "Hablamos con un cirujano para saber cuáles son los requisitos que condicionan la presencia de otra persona en el quirófano. Empezamos a investigar", dijo Evangelina Gálligo, quien acompañó a la madre en todo un proceso. Hasta leyeron una tesis realizada en la universidad pública sobre partos respetados.

"Nos encontramos más con una barrera generada por prácticas y costumbres de los efectores de salud que por problemas de presupuesto o de tamaños de quirófano", agregó la abogada.

Son numerosas las organizaciones sociales y políticas, como también los movimientos culturales o aquellos que exigen el cumplimiento de derechos que trabajan desde hace años en esta temática. Johanneson, tendrá a su tercer hijo a fin de mes en una cesárea programada. Sus dos hijos anteriores también nacieron por este método, y como vivía en otra provincia, el padre pudo estar presente en aquellas otras oportunidades. Más de dos meses les llevó lograr una respuesta positiva; madre y abogada acudieron a la Multisectorial de Mujeres de Gualeguay, un grupo de autoconvocadas que cada sábado a la siesta se reúne en una plaza de la localidad para debatir y llevar adelante iniciativas que permitan el ejercicio de derechos, y una vida libre de violencia.

Johanneson acudió con angustia al estudio de Gálligo próxima a ser madre, estaba de 25 semanas. Es que encontraba negativa de parte de los médicos con "respuestas poco claras, nada convincentes y faltas de información".

Pero existe la ley, hay normas claras, y sobre ella trabajaron. "Está la Ley Nacional de Parto Respetado que es de 2004, la misma fue reglamentada en 2015 y la adhesión provincial es de 2011. Esta ley es contundente y no hay margen de duda. Yo sí la tuve, dudaba sobre si este derecho corresponde en una cesárea. La ley habla de parto y el parto es uno solo: espontáneo, vaginal o por cesárea; es decir, puede haber una intervención quirúrgica o no, pero siempre es un parto. La ley nos dice en todo lo referido a este tema que existe el derecho a estar acompañada o a elegir no estarlo, y que debe ser considerado cualquiera sea la vía de parto. Con esto, ya no había lugar a duda alguna", explicó Gálligo.
El hecho de poder hablar con otras mujeres, de compartir experiencias, de sentir que hablaban de problemas similares, ese acompañamiento que se encuentra en esos espacios como el de la Multisectorial les dio impulso, ganaron confianza.

A pesar de la Ley de Parto Respetado (también aparece como Parto Humanizado) y sus determinaciones que van mucho más allá del acompañamiento, es fácil advertir que por lo menos en la provincia hay una aplicación de la norma de manera relativa o discrecional. Ante la pregunta, para Gálligo puede deberse a una falta de control, pero también de campañas que intervengan en el ámbito de la Salud para garantizar estos derechos, para que la futura madre –y también el padre– conozca que hay aspectos que puede decidir, para que no llegue a esa instancia con todo lo que implica, y ver, sobre el final de un pasillo, cómo la puerta se cierra mientras el camillero la lleva sola hacia el quirófano, minutos antes del parto.

"Hay una resistencia, en el sentido de que hay que desandar toda una manera de hacer las cosas en el ámbito de la Salud", dijo Gálligo, y agregó: "Lo que se naturaliza es contrario a la norma".

Pero incluso fueron más profundos en los argumentos y estas mujeres sostienen que piden algo que ya está legislado, y si por ejemplo, la respuesta es que el quirófano no permite el ingreso de una persona más, entonces ese quirófano no está habilitado y en otras palabras: está fuera de la ley. Con los tiempos que lleva en vigencia la normativa son aspectos que ya se deberían haber analizado y solucionado.

"La propuesta fue hablar con los médicos de manera de no legalizar el tema. No pudimos hacerlo. Por lo tanto decidimos presentar una nota al hospital. Es una solicitud para que se garantice el cumplimiento de la ley, y en ese sentido, para que el director arbitre las medidas necesarias para garantizarle a Gabriela estar acompañada durante el trabajo de parto, el posparto y su cesárea programada. También agregamos el nombre del acompañante. No fue una denuncia, sino un reclamo: nunca se había hecho una solicitud formal con la normativa y sus consecuencias", dijo la abogada.

Tres días después, Gálligo y su clienta se sumaron a una reunión que hubo entre directivos y médicos del hospital de Gualeguay y la Multisectorial donde iban a tratar diversos temas.

Ahí les dijeron que la respuesta era que sí, que lo habían analizado y que iban a cumplir con el pedido. "Terminamos muy contentas, sabiendo que se había dado un paso muy importante", agregó.

Iniciativa


Gabriela Johanneson y su marido estarán juntos en la cesárea de su tercer hijo, al igual que en los anteriores nacimientos. Pero a partir de ahora, al menos en Gualeguay, toda madre que sienta la necesidad de estar acompañada y previa charla con su pareja, lo va a poder hacer.

Además estas mujeres realizarán otra iniciativa: a partir de esta semana publicarán en Internet un modelo de la nota que hicieron ingresar al hospital, sin los nombres y con los espacios en blanco que corresponden para que toda mamá, de cualquier lugar de la provincia, pueda imprimirla, completarla y presentarla en aquel hospital o sanatorio en donde tendrá una cesárea. De esta manera, los alcances de la tarea emprendida serán mucho mayores.

También desde esa organización de la ciudad entrerriana ayudarán y asesorarán a quien lo necesite. Los interesados pueden contactarse por medio de la página de facebook: Multisectorial de Mujeres Gualeguay.

"Lo que queremos es que las instituciones garanticen el derecho y que Salud cuente con las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de la ley. En los hospitales no se ve la cartelería, tampoco en los consultorios de obstetras, quizás debería existir en los pasillos algo que diga que existe esta posibilidad, para que una mamá pueda acceder a este derecho, el de estar acompañada, como también a muchos otros", remató Gálligo.
Fuente: Diario Uno Entre Ríos

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