Para que la actividad otorgue beneficios positivos para los productores, se debería obtener una producción por hectárea de más de 4.200 kg para campo arrendado y de 2.800 kg para campo propio.
Si bien señalaron que los valores obtenidos reflejan una situación promedio –buscando la representatividad a nivel provincial– advirtieron en cada caso particular las situaciones pueden llegar a ser muy dispares.