Conservar el río desde su cuenca
En apenas 4 minutos y medio, Pérsigo logra repasar los 20 capítulos de libro que cuenta con el apoyo de la Unión de Parlamentarios Sudamericanos y del Mercosur (UPM). Asombran, conmueven y ponen en valor ese recurso natural clave para las ciudades entrerrianas ubicadas a la vera de su cauce.
“El Río bajo Agua”, según el propio autor al ser consultado por El Entre Ríos, dice que el lector se encontrará al recorrer sus páginas “con la mirada de que toda su extensión se puede lograr conservarlo con una gestión integrada incluso de su cuenca”.El resultado de 10 años de trabajo
Destacó, luego, que “cada capítulo puede ser para un lector diferente porque es muy diverso y está llevado adelante por un entusiasta que trata de ir transmitiendo un trabajo de más de 10 años a través de encuentros y foros”.Así, entre otros, es posible repasar el primer capítulo que muestra el inicio en Urubicí. Allí hace foco en la naciente del río Uruguay, en la confluencia de los ríos Canoas y Pelotas. Un poco más adelante, en el capítulo 3 denominado “La esperanza intacta”, podrá leerse una entrevista al geólogo Luis Fernando Scheibe.
Un capítulo de por medio, el quinto que fue titulado “Corre, corre, no te detengas”, Pérsigo repasa lo que denomina “el comienzo del encierro”. Ahí se hace hincapié en el seguir adelante del río Uruguay a pesar de las barreras artificiales (represas, fundamentalmente) que se interponen.
En los capítulo 7 y 8 se mostrarán dos de las tantas bellezas naturales que se destacan a media que el Uruguay viaja de norte a sur. El primero de ellos se llama “Las curvas encurvadas” y hace un repaso a ese río acaracolado, donde lo sinuoso es vital. El segundo fue titulado “Los saltos de la vida” y pone el acento en la generación de oxígeno puro en un lecho perpendicular.
Otro capítulo particularmente interesante es el 10 titulado con el nombre de una localidad argentina: “Garruchos”, que está en la mitad del recorrido. También hay tiempo, en el capítulo 11, para abordar un tema ineludible: “Hidroeléctricas al agua” con el aporte energético que hacen las represas.
El capítulo 12 denominado “Las inundaciones” expone un dilema: “las aguas llegan a las ciudades o las ciudades llegan al río”. El siguiente, el número 13, fue titulado “La defensa de ayer” y se centra en la figura de un sacerdote clave para la vida de la barrida sur de Concordia. El presbítero (ya fallecido) Andrés Servín.
“El Dragado” es el capítulo 15; mientras que a continuación habla de “Las Pasteras” donde también se plantea un interrogante: “¿Nos preocupa el remedio o la enfermedad?”. El capítulo 17, denominado “La dura desembocadura”, tiene el foco puesto en una ciudad del sur entrerriano como lo es Villa Paranacito. El autor remarca que llegar al Río de la Plata es llegar al final de un fantástico viaje.
Capítulo 18 lleva de nombre la comisión argentina – uruguaya que administra los últimos 500 kilómetros del recurso compartido. “La administración que no alcanza”, define aquí José Pérsigo sobre la tarea de la Comisión Administradora para el Río Uruguay (CARU). Y todavía hay otros dos: el de “Discursos Hídricos” y el llamado “El río invisible”.
