La movida duró apenas cinco días, entre el 8 y el 13 de junio, pero bastó para tener una gran aceptación en la recepción de alimentos no perecederos, ropa de abrigo, frazadas y colchones, y hasta hubo gente que aportó un coche, un nebulizador y una bicicleta, consiguiéndose también dos cocinas. De acuerdo a lo informado por Lucas Maher, titular de la Filial “Académica” en la Histórica, a El Entre Ríos, “Lo recaudado se destinó a diferentes entidades de la ciudad, como la Escuela N° 11 de la Zona Rural de San Justo (alimentos y ropa para niños de entre 3 y 12 años), el Comedor Barrio La Tablada (donación de comida, alimentos y una cocina de cuatro hornallas), Salón de Usos Múltiples de Barrio Mosconi (colchones, una heladera y ropa de niños) y también a dos unidades de Cáritas (ropa para adultos y una segunda cocina que fue conseguida por la Filial).
“Culminamos una hermosa experiencia y a su vez un aporte a aquellas personas que están pasando una situación límite día a día”, contó Maher.