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El presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Entre Ríos, José María Armándola, brindó su perspectiva sobre el posible efecto que el cimbronazo cambiario tendrá en el mercado inmobiliario entrerriano.

“El mercado financiero y el mercado inmobiliario no están atados en el sentido de que si se producen movimientos en uno no necesariamente en forma inmediata se producen movimientos en el otro”, señaló y marcó una diferencia entre lo que sucede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el resto del país: “En Capital los precios están totalmente dolarizados. Si alguien pide cien mil dólares por su propiedad, aunque el dólar suba sigue pidiendo cien mil dólares, y esto produce que el mercado se paralice momentáneamente”.

“En el interior, donde los mercados no están dolarizados, esta volatilidad del dólar genera una gran incertidumbre, pero por el momento los precios no se han movido”, añadió. Para divisar qué aumento realmente sufrirá el costo de las viviendas “habrá que esperar unos días, ver dónde queda parado el dólar y aguardar a que el mercado se reacomode al nuevo valor de la divisa extranjera”.

¿De acá a mediano plazo se notará una suba en el costo de las viviendas? se le preguntó, a lo que Armándola respondió: “Indudablemente, pero esto está más atado al índice inflacionario que a la suba del dólar”.

“Muchos pretenden que los precios de todos los productos acompañen a la suba del dólar, cuando no es correcto porque no todos los costos que hacen al precio final del producto inmobiliario están atados al dólar: no está atado al dólar la mano de obra ni tampoco mucho material de construcción, por ejemplo”, explicó luego.

Finalmente el Presidente del Colegio de Corredores se refirió al impacto de la suba del dólar en los créditos hipotecarios: “Los créditos se otorgan en pesos pero las viviendas muchas veces cotizan en dólares”, por lo que muchas veces cuando los tomadores recibieron los montos pautados con los bancos, las sumas ya no alcanzan para pagar la propiedad que motivó el préstamo.

“Los bancos no pudieron agilizar las operatorias y demoran mucho tiempo en concretar los préstamos. Los tiempos de los bancos no son los mismos que los del mercado inmobiliario, y mucho menos cuando se genera esta volatilidad como la de ahora”.
Fuente: APF Digital

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