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El hecho, ocurrió el último día de 2020, pasadas las 20. Ese 31 de diciembre, cerca de las 20,20, en el Hospital Materno Infantil San Roque ocurrió una situación de emergencia: la doctora María Alejandra Pedrazzoli, subjefa de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, solicitó la intervención del Servicio de Cirugía Cardiovascular para la colocación de un catéter de hemodiálisis a un paciente de 6 años.

No pudo dar con ningún cirujano cardiovascular, a pesar de que dos profesionales estaban, en teoría, en guardia pasiva, y dispuestos a cubrir un llamado con la prisa que supone la salud de un niño. Entonces, la médica Pedrazzoli acudió a un Plan B: “Por no contar con un cirujano cardiovascular de guardia, el catéter fue colocado por el Servicio de Cirugía General, dada la urgencia del caso”, se lee en el decreto N° 1.358, del 20 de mayo último, publicado este martes 2 de agosto en el Boletín Oficial de Entre Ríos.

El decreto incluye el “descargo” de la directora Asociada del Hospital Materno Infantil San Roque, Marina Alegre, médica del Servicio de Terapia Intensiva, quien manifestó que aquel 31 de diciembre, “siendo aproximadamente las 16,30 horas, recibí un llamado telefónico a mi teléfono celular personal de la doctora Rocío Duarte, médica de Terapia Intensiva de este hospital. Ella me informa que necesitaba colocar en forma urgente un catéter de hemodiálisis (…) en estado de gravedad. Esta intervención/procedimiento lo realizan los médicos cirujanos cardiovasculares. La doctora Duarte me informa que, previamente, la señora Sabrina Urrutia se había comunicado telefónicamente con los cirujanos cardiovasculares, doctores Javier Garberi y Roberto Ruiz, quienes le manifestaron que no se encontraban en la ciudad (…) se resolvió que la colocación del catéter sea realizada por el cirujano general del Servicio de Cirugía Infantil, doctor Pablo Méndez”.

Según entendió Salud, “la conducta en que habrían incurrido los doctores Garberi y Ruiz, al encontrarse fuera de la ciudad durante sus guardias pasivas del día 31 de diciembre de 2020, resulta de una gravedad tal que amerita ser investigada, ausencia injustificada que no solo se constituyó en un incumplimiento a sus funciones propias en el servicio sino que, además, pudo haber resultado en consecuencias más gravosas aún para la salud y la vida del paciente que en ese momento necesitaba de sus cuidados y atención profesional, como así también de potenciales pacientes que pudieron haber concurrido al nosocomio y requerir su intervención”.

El decreto del Ministerio de Salud cita que el médico Javier Eduardo Garberi revista en un cargo de médico profesional asistente en el Hospital San Roque, en tanto que su colega Roberto Alejandro Ruiz, ocupa un cargo de jefe de Servicio Cirugía Cardiovascular.

Para ambos, se dispuso la instrucción de un sumario administrativo.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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