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El presidente del PJ de Paraná, Gustavo Guzmán, consideró “imprescindible” que el Partido Justicialista de Entre Ríos reúna a su congreso para definir una posición orgánica en torno al cambio de reglas de juego que, en materia electoral, pretende introducir el Poder Ejecutivo provincial. “Tenemos que generar el debate interno. El peronismo lleva más de diez años sin un proceso interno de debate”, planteó Guzmán, quien también es uno de los diputados provinciales que cuestionan la idea de adoptar la boleta única de papel (BUP) en Entre Ríos.

“Una reforma electoral necesariamente debe traer aparejado la apertura del partido al debate de todos compañeros de todos los sectores y de todos los departamentos de la provincia”, dijo el legislador. El diputado de Paraná, que se enrola internamente en el espacio que conduce el diputado nacional kirchnerista Julio Solanas, ve en la BUP “un sistema con el que el peronismo no pudo volver a ganar nunca más en la provincia de Santa Fe”. Por eso entiende que “no es un buen ejemplo para solucionar nada de una cuestión que, extraoficialmente, se plantea como una solución a un problema partidario”.

Además recordó que la BUP no elimina la lista sábana de diputados provinciales sino que “la solapa, la esconde. Creo que en este sentido es peor que la lista sábana.
Minorías
No obstante, Guzmán se mostró de acuerdo en la necesidad de “modernizar” el sistema electoral, pero siendo “más generosos” y evitando “discutir una ley, como se hizo con la ley Castrillón, que salve la coyuntura actual. Tenemos que pensar más lejos, llevarle al elector la posibilidad de que su opción se vea reflejada en las urnas”.

“Debe preverse la representación de las minorías, que es un mandato constitucional al que estamos faltando, como nos sucedió a nosotros en las últimas elecciones internas, cuando la lista que encabezaba (Jorge) Barreto no obtuvo una representación legítima como minoría”, recordó.

El planteo de incluir a las minorías sería un punto de acuerdo con el proyecto oficial, según lo que trascendió de su contenido, que aún no se conoce oficialmente, dado que no fue remitido a la Legislatura.

La inclusión de las minorías es en este momento clave para la contención de una interna que día a día se calienta. El peronismo, con Urribarri a la cabeza, se negó a adoptarla en los últimos años. Es más, como conductor político del proceso electoral de 2015, el entonces gobernador ni siquiera permitió pegar boleta a muchas expresiones internas locales que no fueron contenidas en la lista oficial.

Pero los urribarristas, o si se prefiere los kirchneristas, ya no son oficialismo en el PJ. Ahora están del otro lado del mostrador. Aunque Urribarri fue parte del acuerdo que sostuvo, junto a Bordet y Jorge Busti la lista oficial que encabezó Juan José Bahillo en 2017, el kirchnerismo “puro” compitió en expresiones como las de Barreto y Claudia Vallori, que sumaron unos 60 mil votos en las primarias de agosto.

Para tener una idea de lo que podría llegar a discutir un congreso del PJ hay que recordar que en torno a la reforma política, dentro del peronismo no bordetista se baraja como alternativa de supervivencia a la ley de lemas.
¿Congreso con debate de verdad?
El congreso partidario debería ser convocado por el Consejo Provincial del PJ, que preside el gobernador Gustavo Bordet. Aunque la mayoría de sus miembros no pueden definirse precisamente como bordetistas y más bien encuentran mayores coincidencias con las posiciones que viene adoptando Urribarri.

Los actuales congresales fueron electos, en su gran mayoría por consenso, en la última interna partidaria del PJ de 2016, que evitó la confrontación en la mayoría de las ciudades de la provincia.

En los últimos años -en los que el PJ es gobierno en la provincia en forma ininterrumpida desde 2003- la vida partidaria en general ha pasado a un segundo plano, como ocurre siempre que el peronismo está en el poder.

Las últimas reuniones del congreso partidario del PJ que se recuerdan por las decisiones que adoptaron fueron la de 2009 en Villaguay, cuando bajo la consigna de la “unidad en la diversidad” Busti y Urribarri sellan –luego de estar duramente enfrentados en el conflicto con el campo de 2008 por la resolución 125- una circunstancial alianza para las elecciones legislativas, que terminarían perdiendo a manos del Acuerdo Cívico y Social que encabezó el radical Atilio Benedetti acompañado por dos agrodiputados: Hilma Ré y Jorge Chemes.

Otro congreso recordado de los últimos años es el que sesionó en Paraná en diciembre de 2011, cuando en su momento de mayor poder político (venía de ser reelecto con el 56% de los votos) Urribarri le suspende la afiliación a Busti por haber competido en contra del PJ en las elecciones de octubre de ese año.

En ambos casos, lo que no hubo fue debate.

Los congresos partidarios en el PJ eran momentos clave del armado electoral antes de la Ley Castrillón (sancionada a fines de 2006) porque en su seno se disputaba la integración de la lista de candidatos a diputados provinciales que llevaría el PJ a las elecciones. También hubo reuniones en las que se debatió, cuando el peronismo estaba fuera del poder y el que gobernaba era el radical Sergio Montiel (1999-2003).
Fuente: Página Política

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