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El fiscal de La Paz, Santiago Alfieri, decidió, en la tarde de este viernes, abrir una causa por el presunto delito de enriquecimiento ilícito contra el senador provincial Aldo Ballestena (PJ), en función de la publicación de la Revista ANALISIS, del 27 de septiembre.

El funcionario judicial tomó la decisión luego de analizar el tema tanto con el procurador General de la provincia, Jorge García, como con la titular de la recientemente creada Fiscalía Anticorrupción, Cecilia Goyeneche.

Como dio cuenta este jueves la denuncia publicada en la edición gráfica, el legislador paceño dispone de varios inmuebles en La Paz, un complejo en construcción de 24 departamentos a escasos metros del complejo termal -que está a nombre de su hija de 28 años-, campos en la zona y varios vehículos. Entre ellos, un Mercedes Benz de 60.000 dólares.

Tiene además una fuerte injerencia en los negocios de la empresa constructora Norvial, la más beneficiada con obras en La Paz, a partir de las administraciones de Sergio Urribarri.

El hombre ya no es aquél de sus inicios como veterinario o concejal de La Paz, cuando llegó de la mano del recordado Eduardo Ceferino Golly, uno de los caudillos del peronismo de fines de los ’70 y los inicios del retorno de la democracia. Hoy, desde su lugar como senador provincial del PJ paceño, se transformó en otro dirigente millonario e inversor en campos, inmuebles y transita en diferentes automóviles, aunque a escondidas lo hace también en su flamante Mercedes Benz 2017, de color blanco, con el que solamente sale de la ciudad para emprender algún viaje.

Ese vehículo cuesta la friolera de 60.000 dólares; o sea, 2.400.000 pesos al cambio de la actualidad. Aunque con excesivo bajo perfil, maneja buena parte del poder político oficialista en el departamento La Paz, define presupuestos, obras, adjudicaciones, certificados de pagos anticipados, construcciones y está claro que saca partido de cada uno de tales movimientos. De otra manera no se entiende su obsesión inversora, con marcada libertad de movimientos, como si nadie lo advirtiera, aunque en la ciudad nadie desconoce lo que hace, porque de eso se trata.
Fuente: Análisis Digital

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