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La Cámara de Casación Penal de Concordia deberá resolver la apelación que presentarán, una vez que se conozcan los fundamentos del fallo, el 15 de este mes, los abogados defensores del cura Marcelino Ricardo Moya, hallado culpable de los delitos de abuso sexual y corrupción de menores por el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Concepción del Uruguay, que lo condenó a 17 años de cárcel. Este viernes 5, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay, integrado por los María Evangelina Bruzzo, Fabián Bernabé López Moras y Melisa María Ríos, declaró al cura Moya como autor de los delitos de promoción de la corrupción agravada y abuso sexual simple agravado y lo condenó a la pena de 17 años de prisión. Los magistrados rechazaron el planteo de prescripción de los defensores del Néstor Paulete y Darío Germanier, y también la petición de los fiscales Mauro Quirolo y Juan Manuel Pereyra, y de los querellantes Juan Pablo Cosso y Florencio Montiel, que habían pedido que sea enviado con prisión preventiva a una unidad penal hasta que la sentencia adquiera firmeza.

El cura Moya esperará que la condena quede firme y lo hará en libertad.

El lunes 15 de abril, a las 8,30, el tribunal dará a conocer los fundamentos del fallo de este viernes 5, y entonces los defensores de Moya tendrán 10 días para presentar la apelación, que se tramitará ante la Cámara de Casación Penal de Concordia.

El defensor Darío Germanier dijo que la condena “está fuera de toda lógica, aunque todavía no conocemos los fundamentos. Es muy difícil poder mantener la coherencia cuando estamos con la teoría de los dos demonios”. En diálogo con el programa Puro Cuento de Radio Costa Paraná 88.1 defendió el “principio de inocencia” de Moya. “Estoy convencido de la inocencia de Marcelino y por eso seguiremos con la continuidad recursiva que nos otorga el Código de Procedimientos de la Provincia”, aseguró.

Germanier confía en que, aún sobre la base de la inocencia, la Justicia terminará disponiendo la prescripción de los delitos que se le imputan al sacerdote. “Se ha excedido, con exceso, el plazo legal que establece la normativa para juzgar estos hechos”, aseveró.

-¿Pudo hablar con Moya?

-Sí, hablo siempre. Con él y con su familia. Están preocupados por la situación. Moya me preguntó cuáles eran los pasos a seguir después del fallo. Y me dijo que la condena era una barbaridad, porque él nunca había cometido ese tipo de hechos.

Moya fue denunciado en junio de 2015 ante la Justicia por Pablo Huck y Ernesto Frutos.

Dos años después de aquella denuncia, el 29 de junio de 2017, el juez de Garantías de Villaguay, Carlos Ramón Zaburlín, rechazó el planteo de los defensores del cura, que reclamaron la prescripción de la causa por abusos a menores, e hizo lugar al pedido que formularon en forma conjunta la fiscal Nadia Benedetti y los querellantes Florencio Montiel y Juan Pablo Cosso, y elevó el expediente a juicio oral.

La resolución de Zaburlín fue recurrida por la defensa, pero el 31 de julio de 2017, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay rechazó el planteo de prescripción formulado por los abogados defensores y confirmó la elevación a juicio.

La causa nuevamente fue recurrida, y llegó a la Cámara de Casación Penal de Paraná el 14 de agosto de 2017. El jueves11 de octubre de 2018, ese tribunal, en voto dividido, rechazó la vía de la prescripción. El tercer rechazo que acumula el cura Moya en la Justicia.

Ahora, la apelación al fallo y el nuevo planteo por prescripción serán tratados por otro tribunal, que nunca ha intervenido en el caso: la Cámara de Casación Penal de Concordia, que integran Gustavo Perroud, Silvina Isabel Gallo y Aníbal Lafourcade.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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