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Seguramente estuvo presente en cada una de las entregas desde 1993 hasta la fecha. A veces siendo premiado, otras reconocido por su trayectoria y también subiendo a entregarle distinciones a sus alumnos.

A nadie le sorprenderá verlo este miércoles en lo alto del escenario cuando se entreguen los Premios Santos Justo y Pastor 2022. Pero para él será totalmente diferente. De entrada nomás, al término de los discursos protocolares, recibirá la distinción que le faltaba: el Padrinazgo de la fiesta del deporte colonense.

Julio Degeneve es sin lugar a dudas uno de los referentes del karate en la región. Lleva más de cuarenta años practicando y enseñando la actividad en Club La Armonía. Desde algunos años y por iniciativa de la Dirección de Deportes, dicta clases en distintas sedes barriales.

“Me sorprendió lo del padrinazgo. Estoy muy agradecido. Participé en casi todas las ediciones desde distintos lugares. Recuerdo que recibí el premio en la primera edición en 1993 en la lindera. Es un momento inolvidable para el deportista”, le contó el protagonista a El Entre Ríos.

Sobre sus inicios, Degeneve destacó: “Empecé a practicar karate en 1978 junto a un grupo de muchachos en un salón de calle Urquiza, a la vuelta del Hotel Quirinale. El Instructor era Ricardo Pérez, que trabajaba en dicho lugar y durante un tiempo dio clases en el octavo piso, antes que funcione ahí el Casino”. Y prosiguió: “Yo vivía en San José y me venía los sábados, muchas veces corriendo. Había oportunidades en las que salíamos a trotar por la costanera vestidos de karate, algo que era loco en esa época. Baron Otero, Cachín Benítez, Pipo Otero, Mario Giménez, Darío Germanier, Queco Caffaratti, la Rata Aguirre, son algunos compañeros que recuerdo de los inicios”.

Ya en Club La Armonía, su casa desde 1979, Degeneve fue por el sueño de organizar un Torneo Abierto que se disputa hasta la actualidad. “Fuimos campeones de la primera edición en Kumite junto a Daniel Catelotti y Alejandro Paiva. Don Aníbal Irigoy fue el padrino del torneo y entregó los trofeos”, recordó.

“Pasaron infinidad de personas por el Dojo de La Armonía, con todos quedó una buena relación”, cerró, con emoción, a la espera de ser parte, esta vez con mayor protagonismo, de una velada inolvidable.
Fuente: El Entre Ríos

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