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Kremer luego de anotar el primer try de los Pumas.
Kremer luego de anotar el primer try de los Pumas.
Kremer luego de anotar el primer try de los Pumas.
La prioridad era ganar y se logró. Incluso con amplitud. En segundo plano, los Pumas tenían como objetivo elevar el nivel de rendimiento. Aun sin brillar, también pueden tachar ese casillero. Quedan cosas por mejorar para llegar a un nivel que le permita ser competitivo ante las potencias, pero la goleada 37-16 ante Italia representa haber subido otro escalón y da la posibilidad de cerrar el año el domingo ante Irlanda con signo positivo.

En Treviso, los Pumas capitalizaron el envión anímico que fue la actuación de una semana atrás en París, donde si bien cometieron algunas fallas técnicas y tácticas que desembocaron en una derrota ante Francia (29-20), al menos recuperaron el carácter y por momento rivalizaron de igual a igual ante un equipo que hoy se postula como una potencia.

Ante un oponente inferior como la Azzurra, que no vence a uno de los 10 equipos del Tier 1 desde 2016, cuando derrotó por única vez en la historia a Sudáfrica, los Pumas cumplieron bastante bien en ejecutar las cuestiones básicas del juego, con la misión de jugar en el terreno rival, minimizar los errores para no darles chances al rival y, cuando existiera la oportunidad, darle fluidez al juego.

El resultado: cinco tries para redondear una goleada inapelable. Más allá de que se sabe que este equipo puede dar mucho más, no es poco considerando que los Pumas llegaban de siete derrotas consecutivas. La última vez que habían apoyado más de tres tries había sido en el último partido del Mundial 2019, ante Estados Unidos; y ante uno de los 10 grandes, ante Australia en el Rugby Championship 2018. Además, fue la mayor diferencia lograda ante Italia desde el éxito 38-6 de 2002, la única vez que los Pumas los vencieron por más de 21 puntos en 23 enfrentamientos entre sí.

El dominio que mostraron los argentinos en las formaciones fijas resultó una de las claves del partido, ya que les permitió controlar el partido y poner el juego en el terreno rival, merced también a una mejoría en la utilización del pie. Robaron tres line-outs y un scrum, más allá de que todavía hay techo para mejorar.

Una prueba de la mejor gestión de las patadas fue que los tres primeros tries tuvieron a kicks como protagonistas: el primero, una bomba al cielo que recuperó el especialista Emiliano Boffelli antes de asistir a Marcos Kremer; el de Juan Martín González, luego de un rastrón de Matías Moroni, y el del propio centro, luego de una patada al vacío de Santiago Carreras que recuperó Mateo Carreras.

También volvió a ser buena, como la semana anterior, la gestión defensiva, con buena efectividad del tackle (94% según Stats Perform) y buena calidad en los impactos para hacer retroceder a los italianos. Eso sí, dos yerros seguidos derivaron en tries en contra, como ante Francia. Allí también hay espacio para mejorar.

Por momentos el juego se hizo desprolijo, pero la Argentina tuvo la capacidad de mantener la serenidad y no entrar en el desconcierto que proponía Italia. Incluso los Pumas se dieron el lujo de anotar dos tries por las puntas, algo que se hizo infrecuente del Mundial para acá. El de Moroni y el de Santiago Cordero llegaron por esa vía en jugadas que comenzaron con un scrum en ataque.

Cabe destacar el buen rendimiento de varios jóvenes que están haciendo sus primeras armas con la celeste y blanca: González en el juego suelto, en el line-out y en el tackle; Mateo Carreras, una roca en defensa pese a su tamaño y muy activo en el ataque; Thomas Gallo, potente para siempre ganar algún metro extra con la pelota en las manos y muy firme en defensa. Ledesma hizo debutar al 12º Puma del año: el pilar Ignacio Calles. También hubo buenas actuaciones de los más veteranos: Marcos Kremer, Pablo Matera y Julián Montoya.

El punto de mayor incertidumbre volvió a ser la salida del ruck. Los Pumas perdieron demasiadas pelotas en la situación inmediatamente posterior al tackle, como había sucedido ante Francia.

El próximo domingo, los Pumas cierran la ventana de noviembre enfrentando a Irlanda en Dublín. Un equipo que se caracteriza por tener estructuras sólidas, buena defensa y que raramente regala oportunidades. los europeos acaban de dar un gran impacto: este sábado le ganó en Dublín por tercera vez en su historia a Nueva Zelanda (29-20), en un partido espectacular.

Hace dos semanas, habría parecido una utopía vencerlos. Hoy los Pumas siguen estando un paso por detrás, pero con la inercia ascendente y las ganas de cerrar el 2021 con otra victoria.
La síntesis
Italia (16): Matteo Minozzi; Edoardo Padovani, Juan Ignacio Brex, Luca Morisi y Montanna Ioane; Paolo Garbisi y Stephen Varney; Michele Lamaro (c), Giovanni Licata y Sebastian Negri; David Sisi y Niccolo Cannone; Marco Riccioni, Gianmarco Lucchesi e Iván Nemer.

Entrenador: Kieran Crowley.

Cambios: ST 8m, Danilo Fischetti por Nemer, Marco Fuser por Sisi y Federico Ruzza por Licata; 10, Pietro Ceccarelli por Riccioni; 15, Giovanni Pettinelli por Negri y Federico Mori por Minozzi; 23; Luca Bigi por Lucchesi; 30, Alessandro Fusco por Varney.

Argentina (37): Emiliano Boffelli; Santiago Cordero, Matías Moroni, Jerónimo de la Fuente y Mateo Carreras; Santiago Carreras y Tomás Cubelli; Juan Martín González, Facundo Isa y Pablo Matera; Tomás Lavanini y Marcos Kremer; Francisco Gómez Kodela, Julián Montoya (c) y Thomas Gallo.

Entrenador: Mario Ledesma.

Cambios: ST 10m, Santiago Grondona por Isa; 15, Santiago Medrano por Gómez Kodela; 20, Ignacio Calles por Gallo; 21, Nicolás Sánchez por S. Carreras; 25, Lucas Paulos por Lavanini y Gonzalo Bertranou por Cubelli; 30, Lucio Cinti por De la Fuente y Facundo Bosch por Montoya.
Anotaciones
PT: 9 y 29m, goles de Boffelli por tries de Kremer y González (A); 14, penal de Boffelli (A); 31 y 41, penales de Garbisi (I).

ST: 2m, gol de Boffelli por try de Moroni (A); 8, gol de Garbisi por try de Varney (I); 10, penal de Garbisi (I); 14, try de Cordero (A); 21, penal de Sánchez (A); 35, try de Bosch (A).

Estadio: Comunale de Treviso, Italia.

Árbitro: James Doleman (Nueva Zelanda).
Fuente: La Nación

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