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Martín González, presidente de CECNEA
Martín González, presidente de CECNEA
Martín González, presidente de CECNEA
44 años, casado, padre de dos hijos. Esas son las primeras referencias para identificar a Martín González, elegido semanas atrás presidente de la Cámara de Exportadores de Citrus del Noreste (CECNEA).

La citricultura llegó a su vida para quedarse, siendo él apenas un adolescente, cuando su padre compró una quinta y se mudó a Concordia. “Podría decirse que mi padre se adoptó citricultor. No nació citricultor, sino que eligió serlo”, resaltó.

Tras cursar primaria y secundaria en Concordia, González se fue a Oro Verde donde se formó como Ingeniero Agrónomo. Convertido en flamante profesional, también él debió elegir y, al igual que su padre, optó por el camino del citrus.

“Tenía la posibilidad de trabajar de forma independiente o dedicarme a la empresa familiar, en la que ya estaban trabajando mis dos hermanos”, contó. Fue así que “en 2005, los tres creamos Palmar SRL y en 2007 ingresamos a Cooperativa San Francisco, de Colonia San Francisco, en Monte Caseros, Corrientes. Pasamos a integrarnos como empresa a una firma cooperativa exportadora”, resumió Martín.

Su trayectoria vital le ha permitido integrar diversas facetas, que no siempre van juntas: es hombre de la empresa privada familiar, a la par que cooperativista; es productor y a la vez exportador; produce en Entre Ríos y saca lo producido al mundo desde Corrientes.

Su inserción en la Cámara de Exportadores de Citrus del NEA fue consecuencia de una invitación del director ejecutivo de entonces, Mariano Caprarulo, para que las dos cooperativas correntinas, San Francisco y COOPECICOR, se sumaran a la entidad.

“Aceptamos esa invitación y yo quedé como miembro representante de Cooperativa San Francisco. Estábamos acostumbrados al asociativismo y eso facilitó que nos integráramos. Tenemos un perfil más bien de empresa chica, de pequeños productores que se hacen fuertes asociándose”, resaltó Martín González, al recordar sus primeros tiempos en la entidad que acaba de elegirlo presidente.

La designación, confiesa, lo tomó por sorpresa. “No estaba en mis planes asumir tan importante responsabilidad”, admitió.

Su mirada sobre la actualidad de la citricultura equilibra el realismo con la cautela y un mesurado optimismo. “Como país hemos perdido mucho terreno y es difícil recuperarlo. No podemos comparar lo que se exportaba después de la devaluación del 2001, que fueron años buenos para la citricultura, hasta el 2008 y 2010. Después vino todo en bajada. Ahora estamos ahí, tratando de levantar”, resume.

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Como todo empresario argentino, aprendió a convivir con la inestabilidad permanente: “Las condiciones cambian todo el tiempo. En los últimos años hubo alguna mejora, por el tipo de cambio y por otros factores, que han permitido a la citricultura ser algo más competitiva, pero tenemos problemas de fondo, estructurales, como, por ejemplo, el recambio varietal. Tenemos pocas variedades de exportación. Las que realmente sirven son patentadas y no todos pueden acceder a ellas. Estamos haciendo un gran esfuerzo para seguir exportando lo que tenemos, afrontando una competencia muy fuerte de otros países, como Sudáfrica, que está muy fuerte, Chile, Uruguay mismo, todos ellos con condiciones de producción y exportación más ventajosas. Además, España, que es el principal exportador, cada vez su campaña la adelanta y la estira más. Por eso, la ventana que le queda a Argentina se vuelve más pequeña, siendo la unión europea, sin estados unidos abierto, el mejor mercado para la exportación”, describió.

A la lista de dificultades agregó las “barreras paraarancelarias” que impone Europa por la mancha negra y la cancrosis, a las que definió como “las cuarentenarias de siempre con las que tenemos que lidiar”.

Respecto del HLB, Martín González hizo hincapié en la responsabilidad primaria del citricultor: “Debemos recorrer las quintas, monitorearlas, controlar el insecto vector, si hay una planta enferma o dudosa erradicarla. No hay que bajar los brazos”.

Finalmente, con relación a los esfuerzos para colocar la fruta cítrica argentina en nuevos destinos, valoró especialmente que CECNEA ocupe nuevamente a partir de este año, con la designación de su director ejecutivo, la vicepresidencia de FEDERCITRUS. “Es importante porque es una entidad que puede contribuir a abrir nuevos mercados”. Dejó en claro que la cámara sigue gestionando, redoblando la apuesta, para destrabar el tan esperado ingreso de las mandarinas y naranjas del NEA a los Estados Unidos.
Fuente: El Entre Ríos

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