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El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el desempleo registró una caída hasta 10,2 por ciento en el primer trimestre de 2021, lo que representa un retroceso de 0,2 puntos porcentuales en relación al mismo período del año pasado y de 0,8 puntos en comparación con el fin del año pasado.

Esta caída se explica en parte en el efecto desaliento, que disminuyó la oferta de trabajadores en el mercado laboral. Eso se refleja en una caída de la población económicamente activa de 47,1 por ciento hasta 46,3 por ciento, que incluye a los que trabajan y a los que, sin tener trabajo, buscan tenerlo.

Ese efecto desaliento se basa en la situación de recesión económica más restricciones al uso del transporte público, ya que una persona sin trabajo tuvo mayores dificultades para circular e ir a buscar empleo.
Los números en Entre Ríos
Tanto en el Gran Paraná como en Concordia, los dos aglomerados urbanos que mide el Indec, la desocupación fue inferior a la media nacional.

Según detalló el informe, en Gran Paraná la desocupación fue del 4,4 por ciento y se ubica en el quinto lugar, junto a Gran San Juan y Comodoro Rivadavia-Rada Tilly, entre las zonas con menos desocupación. Por otro lado, en Concordia la desocupación fue del 7,5 por ciento.

En el trimestre anterior, Paraná era la tercera ciudad con menos desocupación, con 4 por ciento. Esto significa que hubo un aumento del 0,4 por ciento. En aquel periodo, Concordia tuvo 8,6 por ciento de desempleo, por lo que descendió un 1,1 por ciento.

En tanto, comparado con el primer trimestre de 2020, Paraná bajó un 2 por ciento (era de 6,4 por ciento) y Concordia 3 por ciento (tenía 10,5 por ciento). Los datos del primer trimestre de 2020 tuvieron un efecto leve de la pandemia, ya que solo los últimos doce días de marzo estuvieron incluidos en ese índice trimestral. Los dos trimestre siguientes fueron los que reflejaron una mayor caída. En el segundo, por ejemplo, la tasa de actividad llegó a desplomarse al 33,4 por ciento.

Según el reporte del Indec, “la cuarta parte de la población ocupada se identificó como subocupada –que trabaja menos de 35 horas semanales y está dispuesta a trabajar más horas–, demandante de empleo –que busca activamente otro empleo– o no demandante disponible –que no busca activamente otro empleo pero está disponible para trabajar mas horas–”, mencionó.

La presión sobre el mercado de trabajo (calculada como la suma de los desocupados abiertos, los ocupados demandantes y los ocupados no demandantes disponibles) se ubicó en el 32,4 por ciento, según el Indec. “Este valor es 4,9 puntos porcentuales inferior al del trimestre anterior (37,3 por ciento) y 2,5 puntos más bajo que el del mismo trimestre de 2020 (34,9 por ciento)”, explicó el Indec. Esto implicaría un universo de más de 6,8 millones de personas.

De acuerdo al Indec, más del 17 por ciento de la población ocupada realiza sus tareas desde su vivienda, es decir unos 3,3 millones de trabajadores. “Entre los asalariados ocupados, el 11,5 por ciento utilizó sus propias maquinarias/equipos para realizar su trabajo en el primer trimestre”, apuntó el organismo estadístico.

Además, reflejó que la desocupación afecta más a las mujeres que a varones. “Entre las mujeres, la tasa de desocupación fue de 12,3 por ciento. Entre los varones, dicha tasa se ubicó en 8,5 por ciento”, muestra el índice. En la comparación interanual, el desempleo de las mujeres jóvenes (entre 14 y 29 años) pasó de 23,9 por ciento a 24,9 por ciento, mientras que en esa franja etaria, los varones tuvieron una mejora en ese índice, desde 18,5 por ciento el año pasado 17 por ciento.

En cuanto al análisis según rama de la ocupación principal, el 50,9 por ciento del total de la población ocupada se concentró en cuatro ramas de actividad. El 18,1 por ciento trabaja en el rubro Comercio; el 12 por ciento, en la industria manufacturera; el 11,4 por ciento, en actividades de Servicios financieros, de alquiler y empresariales; y el 9,4 por ciento en Administración pública y defensa. Además, la rama de Construcción emplea al 8,7 por ciento de la población ocupada y la de Enseñanza, al 8,0 por ciento.

La calidad del empleo también se vio afectada, pasado ya un año del inicio de la pandemia para el alcance de las estadísticas. En marzo de 2020 había un 31,1 por ciento de los activos trabajando como asalariados y ese porcentaje cayó hasta 29,9 por ciento. Por el contrario, aumentó el cuentapropismo: pasó del 9,4 por ciento al 10,2 por ciento.

En 2020, la tasa de desempleo había aumentado a 11 por ciento hacia fines de 2020 por el impacto de la pandemia en el mercado laboral, según informó este jueves el Indec. Implica un aumento de más de un punto porcentual en relación al cuarto trimestre de 2019, cuando había sido de 8,9 por ciento.

La caída del empleo en la primera parte de la cuarentena se vio compensada parcialmente por la recuperación paulatina de la actividad económica en los últimos meses del año. Hacia el segundo trimestre del 2020 la tasa de desempleo había llegado a un techo de 13,1 por ciento tras los primeros meses de medidas de aislamiento social. En el tercero había ya recortado hasta 11,7 por ciento.

De acuerdo a los datos del organismo estadístico, a nivel país el desempleo había subido a fines de 2020 a 2,1 millones de trabajadores. De esa forma, se trató de la cifra más alta para el último trimestre del año desde 2004.
Fuente: Informe Mercado de Trabajo - Indec

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