Entendió que si bien “es un paliativo, no es lo que nosotros necesitamos. Están declarando una emergencia turística y están ofreciendo algunas cuestiones económicas, pero es muy poco. Hubiésemos preferido que se declare emergencia económica turística, porque en realidad lo que necesitamos son exenciones de pago porque tenemos nuestros negocios cerrados, ya están quebradas muchas empresas de la provincia”, precisó.
Para Schey, las facilidades económicas contempladas en la norma pueden aliviar en algún sentido, pero no son significativas porque, según explicó, se están haciendo algunos descuentos en porcentajes de meses venideros, pero lo que manifiestan es que están cerrados desde marzo, endeudados y que no saben cómo vamos a hacer con esa deuda.
“La situación del empresariado turístico entrerriano es crítica”, enfatizó y opinó que “si el Estado realmente se quiere poner de pie, si realmente quiere ser amigo del sector privado, que somos los que estamos generando puestos de trabajo, lamentablemente va a tener que trabajar de otra manera”.
Al referirse a la ley que fija que los beneficios serán otorgados siempre y cuando no se generen despidos, cuestionó: “Los empleados que trabajan en nuestras empresas son amigos, porque así son las relaciones humanas dentro del turismo; entonces no hace falta una ley que diga que no vamos a despedir al personal. Salvo los hoteles muy grandes o cadenas, que por ahí no se conocen, todos los demás conocemos la realidad de nuestros empleados y somos los primeros que estamos tratando de que ellos estén bien”, sostuvo.
