Las primeras hojas de esta historia fueron escritas por un grupo de “locos” visionarios que dieron rienda suelta a la imaginación y sobrevolaron un mar de posibilidades, hasta entonces, fuera de toda lógica y consideración. Fue entonces cuando surgió la propuesta: “¿Y si creamos un centro televisivo?”. Varios adhirieron a la moción, actitud inspirada por la acción del Espíritu que fue develando los planes y designios que para esta misión tenía predestinado el Padre Dios.
La historia siguió transcurriendo y los sueños lentamente se fueron cristalizando, destacaron en el comunicado enviado a El Entre Ríos. Llegó el día esperado. La primera transmisión realizada para la patronal de la parroquia “Nuestra Señora de Pompeya”, el 7 de octubre de 1994. “La imagen se hizo buena noticia, y se instaló en los hogares concordienses para ser compartida, en adelante, todos los domingos de manera ininterrumpida”, recordaron.
Pero eso fue solo el comienzo. Pronto se fueron suscitando signos que animaron nuevas propuestas e iniciativas. La producción de programas y ciclo de especiales realizados durante las tres décadas se cuentan por decenas, frutos todos del trabajo fecundo, dedicado y responsable de decenas de voluntarios.
Ciertamente esta iniciativa creció en medio de alegrías y sufrimientos de la ciudad. Sin embargo, en el andar nunca perdió de vista su ideal, su misión, y la virtuosa capacidad de soñar. Recibió en dos oportunidades el reconocimiento de la comunidad mediante el premio a la Excelencia en 1996 y el premio Santa Clara Asís en 1999.
Presente multimedial
Hoy, el Multimedio “María de la Concordia” cuenta con el Canal 18 de la TDA, administra una repetidora de Radio María Concordia FM 95.3, además de estar presente en redes sociales como Youtube, Facebook e Instagram mediante sus producciones y streaming. Desde el 2019 sus estudios se encuentran en el cuarto piso del Instituto de Profesorado “Concordia”.
Desde allí, contribuye a la promoción de los valores humanos y cristianos, ofrece sus recursos al servicio de la vida pastoral de la iglesia diocesana, y colabora en formación de los futuros comunicadores, ya que los alumnos de la Tecnicatura Superior en Comunicación Social realizan allí sus talleres y prácticas.
“En 30 años de vida hay mucho por celebrar, por agradecer y, más aún, por proyectar. Queda mucho camino por recorrer, pero la alegría de lo andado es ánimo y fortaleza para los nuevos desafíos”, destacaron y finalizaron diciendo que, “a cuantos pasaron por la fundación, a cuantos entregan su tiempo y esfuerzo, a cuantos confían en su labor y a cuantos creen y apoyan su misión, un sincero agradecimiento; y la alegría de saberlos parte de la vida de esta familia”.