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En un enfrentamiento técnico y estratégico, la entrerriana Débora Dionicius (ahora 32-3, 6 KOS), ex campeona mundial supermosca FIB, se impuso con autoridad sobre Acuña (50-8-2, 20 KOs), que fuera campeona mundial supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la OMB y FIB.

Apegada siempre a su libreto, manejó la pelea desde la media y larga distancia producto de sus veloces desplazamientos laterales. Mientras dejaba en el aire los arrestos de la formoseña, contragolpeaba con punzantes jabs zurdos seguidos de ráfagas de ganchos al cuerpo y cruzados al rostro. Más allá de los intentos de “La Tigresa” con sus boleados y rectos, la diferencia de velocidad y soltura fue determinante.

Los 33 años de Dionicius contra los 45 de la licencia número 1 del boxeo nacional se sentían. Pero sobre todo, la resolución en el ring. Con sapiencia, la entrerriana encontraba siempre los mejores ángulos. Así, iba sumando puntos que se traducían en rounds. Y con el paso de los minutos, las diferencias eran incuestionables. Por eso, al sonar la campana definitiva, no existían dudas de la definición.

Las tarjetas de los jueces marcaron diferencias incuestionables, al decretar: Jorge Gorini 97-93, Luis Doffi 97-93, y Jesuan Letizia 96-94, todas a favor de Dionicius.

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El desarrollo de la pelea, round por round
En una pelea pensada, Dionicius manejó la primera mitad. Sin desbordes, se plantó con autoridad en el inicio desde la media y larga distancia. Si bien en el segundo round Acuña respondió con su trabajo por adentro con sus rectos y cruzados, “La Gurisa” desde el tercero retomó el control. Sus veloces desplazamientos laterales, con su jab zurdo siempre en punta seguido de derechas cruzadas a la mandíbula. Si bien no lastimaba en demasía, iba sumando punto tras punto, round tras round.

Ya en el sexto, “La Tigresa” intentó adueñarse aún más del centro del ring. Con pasos cortos, fue a buscarla pero sus envíos no encontraban destino firme. Más allá de que presionaba con sus boleados arriba y esporádicos ganchos al cuerpo, Dionicius seguía martillando con esa izquierda firme que marcaba el ojo rival. Si bien en el séptimo Acuña mejoró su precisión y acertó un cross diestro firme a la mejilla, la tónica del encuentro se mantenía. En el octavo y noveno las acciones persistieron. La velocidad de piernas de la entrerriana hacía que quedara en el aire gran parte de los arrestos de la formoseña. De contra, y con ganchos al cuerpo, Dionicius seguía sacando ventaja.

Sobre el final, “La Tigresa” salió a buscarla. Sin tanta claridad, pero con enjundia, acortó las distancias y mantuvo su presión. Más allá de impactar sus boleados y cruzados, “La Gurisa” evitaba los riesgos y se mantuvo fiel a su libreto. Tenía el resultado en el bolsillo. Y lo sabía. Por eso, tras la campana definitiva, fue la que más celebró. Y con la decisión de los jueces, rubricó su merecida victoria, para conquistar su segunda corona mundial.

Así, Dionicius, que registró 55,400 kg., que se consagrara campeona mundial supermosca FIB en noviembre de 2012 y expuso su corona trece veces hasta 2018, tuvo su segunda participación en el ring de Corrientes y Bouchard, luego de haber estado presente la última velada cuando el 7 de septiembre de 2013 dominó a la colombiana Olga Julio en defensa de su título. Llegaba del 29 de octubre derrotar a Lilian Silva en fallo unánime, y así sumó su segundo título mundial.

En tanto, Acuña (55,700 kg.), que se presentó por octava vez en al escenario que la hizo llegar a la gloria, llegaba del 25 de septiembre dominar a Natalia Alderete en fallo unánime, en una actuación de preparación, reconoció la derrota.
Fuente: TyC Sports.

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