Mauricio estuvo un año y medio con su hijo internado en el Hospital Garrahan, hizo nueve ciclos de quimioterapia y un año por boca, después sufrió un ACV y parecía que no iba a poder caminar más. "Le pedí a Dios y al Gauchito Gil que me ayudaran y si me ayudaban yo iba a ir caminando desde Villa del Rosario hasta su tumba, y así lo hice, salí el lunes a las 7:30 horas y para el jueves a las 5:10 llegué al santuario.
Mauricio fue solo "porque cuando anduvimos con mi mujer en Buenos Aires también estuvimos solos, ni mi mujer ni yo sabemos leer, y lo hicimos solos, así que esto también lo tenía que hacer solo".
De su caminata contó que lo hizo en alpargatas "y esto también me complicó, porque pensé que era más livianita para caminar, pero es brava para caminar tanto. Llevé dos mudas de ropa y me mojé todo".
Su hijo tiene hoy 13 años, a los 11 le detectaron cáncer, y estando internado le dio un ACV, "pasamos días buenos y días muy malos, estuvimos mucho tiempo sin trabajar, porque teníamos que estar allá, pero la gente nos ayudó mucho, por eso de alguna manera iba a ir".
Luego de esta experiencia y la promesa cumplida, Mauricio no se queda ahí y asegura que el próximo año "si todo anda bien vamos a ir con mi hijo a caballo".
Finalmente, resaltó que como mensaje le dice a la gente "que no baje los brazos, nosotros la pasamos mal, vimos cosas muy feas, gurises que se morían al lado de nuestro hijo en el Garrahan, pero seguimos adelante".
