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Lucía:
Lucía: "Para viajar necesitás confianza y ganas".
Lucía:
Luz Oradini publicó, recientemente, una entrevista que te lleva directo al corazón de Francia. Así cuente la historia de la entrerriana Lucía Fadlala. Su relato cautiva por la experiencia de “remarla” como dicen los argentinos, en todo momento. Soñaba tanto con viajar que, terminó la tecnicatura en fotografía, y se puso el límite de un año para irse.

Esta es la historia de la fotógrafa parisina, publicada en “Mate por medio” y que, a continuación reproduce El Entre Ríos:

Nació con sólo 6 meses en la panza de su mamá, parece una anécdota que no influye en la historia, pero les aseguro que sí. Porque así de acelerado fue su nacimiento, y así de prematuro también su viaje 21 años después.

Ciertos problemas en la salud de su mamá, la hicieron venir antes de tiempos a la tierra de Chajarí (Entre Ríos), con un poco de sangre correntina por parte de su papá que llegaba desde el norte argentino para darle camino. Lucía, en cada segmento de la entrevista habla bajito y en una forma calmada; pero en cada paso de su viaje demuestra una ansiedad pura por seguir caminando el mapa, sin parar.

Con una corta edad ya era profesora de danzas y se dedicó a estudiar fotografía; mientras empezaba la carrera de Comunicación Social en Rosario. Pero apenas terminó la tecnicatura, con cámara en mano, decidió dejar la carrera de comunicación a medias y salir a conquistar otros pagos. Volvió a Chajarí y, como adelantaba, se propuso un año para empezar a viajar. Conoció la posibilidad de las Working Holiday Visa y directo, sin pensar mucho, eligió la de Francia.

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Foto en París, capturada por Lucía. Agrandar imagen
Foto en París, capturada por Lucía.
El 31 de diciembre de ese año (2017), subió al avión con su cometido por delante. A medida que la escuchaba contarme su historia, parecía una locura, y así fue. Lucía no tenía más que dos mil euros (lo que le exigía la visa), los papeles en regla y fin; nada de idioma “ni papá millonario, ni muchos ahorros, ni nada de eso que piensa la gente que tenés que tener para viajar”, explica Lucía. Pasaron los primeros dos meses y la plata se terminó sin conseguir trabajo. “Tenía el alquiler y el transporte ya pagos, pero si queria comprarme un caramelo en la calle no tenía nada de efectivo, para nada” recuerda Lucía.

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Ese instante, en el retrato de la entrerriana. Agrandar imagen
Ese instante, en el retrato de la entrerriana.
Esta sería la primera y tal vez la más fuerte de las experiencias que el viaje le dio. Cuando peor se pintaba la situación, con un “tupper de pasta para los días que quedaban”, responden de un trabajo donde la seleccionaron. Era impensado porque había mandado más de 100 currículum para limpieza y trabajos afines, pero unos pocos como fotógrafa. Y la llaman para realizar fotografías a los turistas que toman los barcos de paseos por el Río Sena, con locación frente a la Torre Eiffel.

Lucía no hablaba mucho francés y sus compañeros de trabajo apostaron que no duraría en el puesto más de una semana. Ella apostando a todo o nada, aprendió a hablar perfecto el idioma local, sumando inglés y también algo de frases en chino, dado que gran cantidad de turistas venían desde el continente asiático.

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Otra imagen parisina, que Lucía volcó en su web. Agrandar imagen
Otra imagen parisina, que Lucía volcó en su web.
Fueron sus primeros ocho meses de trabajo en Francia, y ahora lleva casi tres años, sin volver a argentina, aplicando a Working Holidays de diferentes países como Alemania y Suecia, uniendo sus años legales por Europa.

Así es como Lucia define su tip principal de viaje “cuando querés viajar, lo único que necesitás es confianza y ganas. Creo mucho que si tenemos un objetivo, no hay que preguntar tanto cómo, sino qué es lo que queremos”.

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Un canal en Bélgica, país en el que también estuvo Lucía. Agrandar imagen
Un canal en Bélgica, país en el que también estuvo Lucía.
Sus viajes siguieron por Inglaterra, Bélgica, España y ahora Alemania donde se desarrolla en diferentes voluntariados. De hecho con trabajos muy diferentes unos de otros: voluntariados en granjas, haciendo quesos o labores de campo; hasta otros de community manager y fotografía.

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Londres, otra de la ciudades europeas que cautivó a la joven de Chajarí. Agrandar imagen
Londres, otra de la ciudades europeas que cautivó a la joven de Chajarí.
Incluso en uno de ellos pudo exponer los retratos tomados por su lente en un libro al que llamó “Global Citizenz” y lo pueden encontrar en su página web. En él Lucía elige hablar a través de los retratos que capturó en el voluntariado de Alemania, donde estuvo casi un año.

“LLegué a Sammatz como a cualquier voluntariado, se convirtió en mi casa y el lugar donde comenzó mi proyecto más grande de retratos hasta el momento. Gente de todo el mundo, viviendo en un pueblo en el medio de Alemania. Las frases son de cada persona; las nacionalidades y nombres pasan a un segundo plano cuando se puede ver que todos reímos y sentimos muy parecido respecto a este lugar y momento”.

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Su plan ahora es poder viajar a Italia a hacer la ciudadanía, para seguir el camino con más seguridad a futuro y volver a París donde las puertas continúan abiertas para su desarrollo con la cámara fotográfica y más cosas aún.
Fuente: Mate por Medio.

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