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El Arzobispado de Paraná expresó, a través de un comunicado difundido en su sitio web, su “total respaldo y solidaridad” con el cura Germán Brusa, párroco de la capilla San Martín de Porres, del barrio Anacleto Medina Sur de la capital entrerriana. Cabe recordar que el pasado viernes 5 de noviembre, un grupo de personas irrumpió en plena celebración de la misa en dependencias de la capilla y generó un episodio de violencia que incluyó golpes al sacerdote, insultos, tentativas de daños a bienes y personas y amenazas a la feligresía.

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El cura Germán Brusa, párroco de la capilla San Martín de Porres Agrandar imagen
El cura Germán Brusa, párroco de la capilla San Martín de Porres
Y explicaron que el episodio “se desencadenó a raíz de la recuperación por parte del Arzobispado de Paraná de un inmueble de su propiedad, que había sido intrusado hacía algunos años y que era utilizado para finalidades totalmente ajenas a las de la Iglesia por parte de los ocupantes”.

“Luego de haber concluido las gestiones judiciales de desalojo mediante la firma de un acuerdo homologado por la Justicia, el Padre Germán Brusa junto con un grupo de files de la comunidad se dispusieron a celebrar la Santa Misa en agradecimiento, ocasión en la cual se produjeron los lamentables hechos de violencia protagonizados por personas que manifestaban tener derechos sobre la propiedad, pero que nunca ocurrieron por las vías legales correspondientes para hacerlos valer”, indicaron.
“Total respaldo y solidaridad”
Desde el Arzobispado de Paraná expresamos “nuestro total respaldo y solidaridad con el Padre Germán Brusa y con la comunidad agredida. Es conocida y apreciada la enorme tarea solidaria y benéfica que realiza la capilla San Martín de Porres entre los miembros del barrio, acompañando y sosteniendo a personas, emprendimientos y familias que tanto lo necesitan”.

Agregaron, además, que “la agresión sufrida el fin de semana debe movernos a la reflexión sobre el respeto que merecen todas las personas, en especial en aquellos ambientes de verdadera cercanía con quienes más sufren la difícil coyuntura socioeconómica actual, y a recordar que el mensaje evangélico rechaza el uso de la violencia como forma de convivencia entre las personas y los hermanos”.

“La entidad lejos de desconocer el derecho a reclamar que pueden ejercer las personas, más allá de la legitimidad o no de lo que consideren justo, jamás reconocerá la utilización de formas y medios no pacíficos para ejercerlos, menos aún cuando se encuentran en funcionamiento las instituciones del Estado de Derecho y en pleno ejercicio de la Democracia”, concluyó el comunicado.
Fuente: Prensa Arzobispado de Paraná

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