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El Coordinador de artesanos de la Fiesta Nacional de la Artesanía, Hugo Da Silva, destacó antes del comienzo de la presente edición, que la juguetería sería uno de los rubros destacados debido a la excelencia de los artesanos que estuvieron presentes en la misma.

Uno de los exponentes que estuvo en el predio del Parque Quirós es Miguel Venegoni, quien utiliza la madera para la fabricación de juguetes. Para ello, la materia prima es madera dura o semidura, como cedro o anchico. Estas son ideales para los juguetes, ya que resisten al desgaste y lucen de mejor manera, tanto en el color como el aprovechamiento de la veta.

En el stand de Miguel se apreciaron distintos juguetes, todos realizados en madera, donde los más chicos se divirtieron y entretuvieron viendo los movimientos de los mismos o jugando.

"Los juguetes y la madera son un clásico de todas las épocas. La madera es un material noble, orgánico, tiene otro tacto el que no es frío como el metal y el plástico" se refiere Miguel, demostrando que los chicos a pesar de las tecnologías buscan y juegan con estos elementos de madera.
La profesión nace en Venegoni desde muy chico "no había plata para comprar juguetes y los hacía yo mismo. Pasó a ser un hobby y después un medio de vida desde hace 20 años que lo realizamos con mi señora".

Mientras uno detiene la mirada encuentra diversos juguetes, como trenes, motos, aviones, réplicas de "chevy" y hasta una motoniveladora.

Por el movimiento, llamaba la atención en primer lugar "La Calesita" que gira a través de un motor y guarda detalles de hasta el nene sacando la sortija. Esta artesanía tiene mucha significancia, principalmente para los adultos, quienes al verla recuerdan viejas épocas.

Otra de las figuras fue el hombre de la bicicleta que es corrido por un perro. Todo es en madera con dos motores uno para el movimiento del perro y el otro para el hombre. Situaciones cotidianas, principalmente en los pueblos. "Una vez estaba en la vereda y vi esa situación. Era un perro muy chiquito y quise graficar acciones cotidianas de la vida", narró el artesano.

De Rusia a la Argentina

Miguel se casó hace varios años con su mujer de origen ruso, más precisamente de Ucrania (cuando aún existía la URSS). A partir de entonces, de los conocimientos de su compañera de la vida y los viajes al viejo continente, le hicieron imprimir mezcla de las culturas y la importación de técnicas. Uno de ellos es por ejemplo el elefante que baja del tobogán. La idea original es de un toro, la consigna es que mientras baja el animalito, el niño recite una canción, que trasladado a lo criollo sería "El elefante trompita".

El otro elemento ruso es la caja con gallinas, que van comiendo. En la cultura rusa, se utilizan distintos animales, en la vida cotidiana, como por ejemplo osos pescando, en Siberia se modifica, todo dependiendo de la región. Estas son técnicas de más de 300 años que se introducen en la Argentina, con elementos de nuestra cultura, donde Miguel además le agrega sus conocimientos, generando la unión de dos culturas de distintos continentes.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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