Sin embargo, la de agosto ya superará nuevamente el 4% (los economistas proyectan entre 4 y 5%) y la de septiembre podría ubicarse en valores superiores al 6%, debido al salto brusco del dólar que se produjo tras el resultado electoral y la inestabilidad política.
De acuerdo a las cifras oficiales, la inflación interanual fue del 54,4%. Respecto de los rubros, la suba de precios de julio estuvo impulsada por el alza de las naftas, las prepagas, los alimentos y esparcimiento por las vacaciones de invierno.
El rubro salud trepó 4,1%; el de recreación y cultura, 3,9%; y alimentos y bebidas, 2,3%. También subió más que el promedio equipamiento y mantenimiento del hogar, con un alza de 2,5%. A su vez, la inflación núcleo fue de 2,1%, en tanto que los precios de los productos estacionales subieron 3,6% y los regulados, 1,8%.
En cuanto a los alimentos, el kilo de lechuga fue lo que más subió, con un 92,4%, en tanto que el de cebolla trepó a 32,8%. Los pañales descartables aumentaron 5,2%; el jabón en pan, 7,1%; la leche fresca entera en sachet, 4,7%; y las galletitas dulces envasadas sin relleno, 4,7%. Bajaron el limón, 6,9%; el tomate redondo, 5,6%; y el pollo entero, 3,9%, entre otros.