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BARILOCHE - Esteban Brouwer de Koning llamó el fin de semana pasado al 911 para denunciar a un grupo de jóvenes por ruidos molestos. El hombre indicó la dirección para que los policías concurran a constatar la denuncia. Esa comunicación permitió a la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional Tercera localizar al hombre de 42 años, que estaba prófugo de la Justicia de Córdoba donde lo acusan de 25 hechos de presuntas estafas por varios millones de dólares. La detención se hizo el jueves por la tarde y ayer empezó a circular con fuerza un rumor al que ninguna fuente confirma con su nombre y apellido: Brouwer de Koning sería sobrino nieto del papa. ¿Verdad o parte de su puesta en escena?

Según altas fuentes policiales, que trabajaron en la investigación para dar con el paradero del hombre, dicen que el detenido es hijo de María Susana Bergoglio, que es sobrina del papa. Apenas se conoció ese dato, la detención de Brouwer de Koning saltó rápidamente a los portales de los principales diarios del país que publicaron sin vacilaciones su presunto parentesco con Jorge Bergoglio.

El hombre quedó detenido en la comisaría Segunda de esta ciudad a disposición del juez de turno Ricardo Calcagno, quien dispuso la detención tras recibir en su despacho el exhorto que envió el titular de la Fiscalía Distrito 1, turno 1, de la ciudad de Córdoba, Enrique Gavier.

Fuentes judiciales de Córdoba informaron ayer al diario Río Negro que Gavier tiene desde hace unos meses la investigación y dispuso la detención de Brouwer de Koning, que estaba prófugo. Pero en cambio dijeron, otra vez en off the record, que "no les consta" el parentesco con el habitante más notorio del Vaticano.

Explicaron que al detenido se le imputan 25 hechos de presuntas estafas que se cometieron a partir de operaciones relacionadas con una constructora. Indicaron que las maniobras denunciadas se hicieron en Córdoba. El monto de las operaciones inmobiliarias ronda presuntamente los ocho millones de dólares.

Revelaron que tenían el dato de que el sujeto estaba radicado en Bariloche y por eso pidieron colaboración a la Justicia rionegrina.

Las fuentes policiales explicaron que con la orden judicial se trabajó en las escuchas telefónicas para tratar de ubicar a Brouwer de Koning. Sabían que estaba en la ciudad desde hacía tres meses pero no podían localizarlo. El supuestamente temible estafador les facilitó el trabajo con un error infantil: usó su teléfono para llamar al 911 y dar su domicilio. O estaba muy confiado, o no es tan astuto.
Fuente: Diario Río Negro

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