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Daniel Ozuna
Daniel Ozuna
Daniel Ozuna
Daniel Ozuna, miembro fundador de la Asociación de Pastores Unidos de Concordia y de la APER (Asociación de pastores de Entre Ríos) hizo llegar a El Entre Ríos un comunicado en el que aporta su mirada acerca de los desafíos del presente y del rol que le cabe a los "hijos de Dios".

El escrito, que más abajo reproducimos en su totalidad, afronta cuestiones candentes como el aborto y la ideología de género, lo mismo que la familia como institución clave de la vida en sociedad:
Aceptando el desafío
Me permito una mirada o perspectiva social acerca del rol histórico que la Comunidad Cristiana Evangélica, tanto del país como también y particularmente de nuestra provincia y ciudad, debe afrontar.

Cuando echamos un vistazo a la sociedad en sus distintas etapas no podemos negar que a cada generación le ha tocado enfrentarse con determinados cambios de paradigmas, que se interesan en afectar, mediante la educación, la cultura, la ciencia, las artes e incluso la religión, y obviamente la política, con el fin de provocar cambios anhelados que terminen modificando el estilo de vida de las personas en un aspecto integral, incluido el que se refiere a una nueva concepción de la moral como tal, evidentemente sesgada.

El sabio Salomón nos adelantó que todo lo que ocurre en la vida tiene su tiempo. Evidentemente que esto es así. Los tiempos cambiaron solemos decir, lo cual también es verdad. Lo que no podemos es aceptar que esos cambios se den por arte de magia, producto de la casualidad, que se dan porque se dan, porque se tienen que dar nomás. Quienes pretenden hacernos creer esto terminan insultando nuestra inteligencia. Detrás de todo cambio intervienen personas motivadas por sus ambiciones e ideales, por lo que si bien pueden producirse cambios positivos, pongo el énfasis en los negativos, los que terminan denigrando y nivelando hacia abajo. Dios dice en su Palabra que Él es el mismo Ayer, Hoy y Siempre. También que todas las cosas pasarán pero que Su Palabra no pasará. Por lo tanto, las bases, los cimientos sobre los cuales muchas naciones han sido fundadas contienen esos Valores y Principios cristianos. Entre otros: que la base de toda sociedad descansa en familias, que estas familias son el resultado de la unión de un hombre y una mujer que procrean y garantizan así la subsistencia de nuestra especie y su continuidad. Entre otros valores está el del valor de la vida y su cuidado mediante el respeto, que esa vida indiscutiblemente no es producto de la casualidad y que su origen va mas allá de la unión de un hombre y una mujer, que cada vida ha sido planificada en el plano de la eternidad, que desde la concepción misma se provoca el inicio de la vida.

Van alineados a esta declaración los valores expresados en nuestra Constitución Nacional y los distintos tratados internacionales, como ser la Convención de los Derechos del Niño, Pacto de San José de Costa Rica y otros, pero particularmente el Pacto de San Antonio De Padua, que en su artículo 5to. cita: ”Proteger a la familia como célula básica de la sociedad y la vida humana desde la concepción”, al que oportunamente nuestra ciudad adhirió y recibió su ratificación el año 2018 por parte de la actual gestión de gobierno.

El avance de una nueva ideología pretende claramente atentar contra la fe en Dios, la familia y la Patria. Se busca vaciar la sociedad de Dios y sus principios, como el respeto, la dignidad, la verdad, la justicia, la honestidad, la honradez, el valor de la vida misma. Pretenden destruir definitivamente la institución que conocemos como familia y su concepción original, aunque evidentemente imperfecta como consecuencia de quienes la integramos. Y digo la Patria puesto que este movimiento ideológico pretende una conquista y un avasallamiento de nuestra nación a partir de un evidente movimiento que tiene su origen en el exterior y que se desprende de una jugada estratégica del nuevo orden mundial, una nueva manera de colonización profetizada por la Biblia desde hace muchos años desde una mirada apologética.

En conclusión, creo que ante esta condición citada, la única fuerza que es capaz de soportar, así sea las mismas “fuerzas del infierno” -cito texto bíblico San Mateo 16.18- “Las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia de Jesucristo”, es que entendemos ha llegado la hora de consolidar ese rol protagónico en el que la historia nos ha colocado y aceptar el desafío en medio de las tinieblas que han cubierto la tierra. Ha llegado la hora de la manifestación de los hijos de Dios. Dije Hijos de Dios pues no pretendo referirme a religión alguna. Seremos vistos como un fenómeno o seremos juzgados como raros pero en un mundo en el que a lo malo se le llama bueno y viceversa hoy se pretende colocarnos en la posición de los pacatos, retrógrados, reaccionarios, anti derechos y fanáticos, el enemigo a vencer, entre muchos otros adjetivos.

Somos consientes que ha llegado la hora de consolidar el vínculo, cerrar filas y de profundizar el inmenso trabajo evangélico y social y aún más consolidar nuestra función, la de ser SAL Y LUZ a pesar que esto termine molestando a quienes pretenden establecer una nueva corriente ideológica basada en el odio, la prepotencia, la falta de respeto y el individualismo, el desprecio por nuestra cultura tradicional y nacional, incluso desprecio al valor intrínseco de la vida misma que se han ganado en los lugares de tomas de decisión y de formación, como ser la Educación, incluso en la Justicia como recientemente quedó demostrado en el juicio al doctor Rodríguez Lastra, incluso en los ámbitos de formación de opinión como es la prensa y los medios de comunicación generando un asedio y adoctrinamiento constante y como es obvio en ámbitos del poder político, todos estos funcionales al movimiento mencionado.

En consonancia a lo expresado por nuestra Constitución que refiere a Dios como fuente de toda Razón y Justicia imaginemos qué tipo de sociedad nos espera a nosotros pero sobre todo a nuestros hijos si esa Razón y esa Justicia serían eliminada de nuestro medio, una sociedad sumida en el caos, totalmente Sodomizada y todo lo que eso significa.

Respecto a la comunidad que represento, aunque también a las demás comunidades de fe, pocas veces se nos ha reconocido como responsables de contribuir con el Estado mediante la contención del tejido social y menos aun que nuestra labor sin fines de lucro contribuye a la optimización de recursos del Estado. Día a día y desde siempre nos hemos ocupado de un evangelio práctico, es decir, de asistir a personas con distintas problemáticas, situaciones emocionales, matrimonios destruidos o en crisis, personas con problemas de adicción, madres solteras, padres que han perdido sus empleos, personas que han sido olvidadas en la más profunda de las miserias, la de la invisibilizacion y reinsertados en la sociedad, casos de tentativa de suicidios, personas recuperadas de la delincuencia, acompañamiento a personas con enfermedades terminales, niños en merenderos, ancianos contenidos en su ámbito familiar, asistencia y acompañamiento a madres solteras y embarazadas en situación de riesgo, tratamientos y recuperación de personas con problemas de adicción, en una participación que a veces ha sido en el anonimato, o, como ser en momentos de crisis social y económica, o de catástrofes climáticas, en un 90 por ciento con recursos absolutamente propios y en algunos casos con donaciones de quienes saben que nos ocupamos de que esos recursos lleguen a destino.

Humildemente debo decir que nuestro aporte a la sociedad pretende incluir en la misma a personas que mediante la fe y el amor de Dios son transformadas y reciben valores y principios altruistas para que sean mejores personas, capaces de encontrar su lugar y de ser funcionales a la voluntad divina de no pasar por la vida sin cumplir con su propósito por el cual en definitiva todos hemos venido. Ese sentido es el que se pierde entre los que no le encuentran razón de vivir pero sí mediante el evangelio son potenciados y se transforman en un efecto multiplicador, en otros en similares condiciones, pues aprenden también que su prójimo lo necesita.

Otro de los fenómenos de esta comunidad de fe es la de un despertar del interés de la participación en la vida Política debido al análisis de la condición social presente y que es el medio desde donde defender nuestra firme posición frente a temas de relevancia, como ser el del Aborto y el de la Ideología de género, a la que intentan maquillar llamando Perspectiva de género, lo que significa un atropello a nuestra cultura y tradición histórica. Sabemos que en nuestra comunidad de fe contamos con recursos humanos que serán capaces de representarnos debidamente frente a estos asuntos como también en los que se refieren a los temas como Educación, Salud, Economía, Arte, Ciencia, Justicia, Producción y Trabajo, etc.

Otra de las razones de la incursión en política se desprende del no sentirnos plenamente representados por determinados candidatos y/o actuales políticos, o movimientos políticos. Son evidentes las ambigüedades sobre temas relevantes que muchas veces van condicionados a determinadas circunstancias electorales que luego dejan de cumplirse. ¿Cómo sentirnos representados cuando asumen y juran por la biblia -¡con lo que eso significa!- pero están en manifiesta oposición a los valores que ésta profesa, faltándonos el respeto tanto como al creador y autor del libro mencionado? ¿Cómo sentirnos representados con aquellos que en su accenso se pronuncian bajo juramento respecto de representar a determinado movimiento que desprecia al autor de ese Libro, lo que es una clara contradicción, pero además con tremendas acciones que discriminan a una amplia mayoría hétero? En fin, creo que con esta muestra basta el ejemplo de por qué no nos representan.

En definitiva, hará falta velar por gestiones políticas que garanticen, entre otras, la cultura del trabajo y la educación, el respeto a las personas en edades como la niñez y la ancianidad, el respeto y valorización a la mujer y su rol estratégico en la sociedad, especialmente en la construcción familiar, tanto a mujeres u hombres que afrontan solos la crianza y educación de sus hijos, el apoyo a los comunicadores sociales y mediáticos que transmiten la información desde la objetividad, la defensa de toda vida, el derecho a que los padres eduquen a sus hijos de acuerdo a sus principios y valores sin la exposición ideológica a la que nuestros niños están expuestos en los colegios y demás ámbitos de educación que empujan cada vez más al alejamiento de sus raíces y principios de fe, a que el Estado solo se encargue de garantizar que cada argentino sea incluido en el sistema educacional sin que intervenga mediante contenidos ideológicos en la currícula y que cumpla su Obligación trabajando para que cada habitante tenga acceso al Trabajo y a la Salud.

Según mi humilde manera de ver, en los años próximos esta participación nuestra se hará más notoria y significativa porque nuestros valores y principios de vida basados en la fe cristiana intentan ser pisoteados por quienes demandan inclusión y respeto a precio de excluir y faltar el respeto a quienes pensemos distintos, quienes pretendemos conservar nuestra cultura y tradición con las que se supo construir nuestra nación y que perdura hasta hoy día.

En lo que se refiere a la ideología de género, siempre hemos sido respetuosos de las decisiones y orientaciones sexuales de las personas, pero nos oponemos a la pretensión de imponer un estilo de vida y usar mediante políticas educativas el inculcar a niños a temprana edad incertidumbre sobre su condición sexual, lo que no es más que una clara manipulación mediante la vieja estrategia utilizada en el huerto del Edén: LA DUDA. Esta acción es un golpe bajo para los padres que pretendemos educar a nuestros hijos de acuerdo a nuestra fe, derecho al que no claudicaremos ni renunciaremos. Lo ambiguo en todo esto es que los mismos que pretenden matar legalmente a sus bebes en el vientre son quienes pretenden arrogarse el derecho de educar a nuestros hijos, atropellando nuestro pleno derecho de paternidad, pero llevando a cabo un abuso infantil produciendo confusión mediante la Educación ideologizada de adoctrinamiento, a seres vulnerables e indefensos que sufren la violencia impuesta mediante la confusión en una etapa de la vida clave para determinar su identidad sexual y la personalidad.

Fuimos advertidos por nuestro Señor cuando nos dijo que nuestra labor no sería fácil cuando se dijo que “nos enviaba en medio de lobos” y que la única manera en que se lleva a cabo el cumplimiento de toda política anti cristiana sería quitando del medio a la iglesia de Jesucristo; por lo tanto, sabemos que somos y seremos, hasta que Dios lo disponga, la piedra en el zapato.

Los cristianos, a medida que pasen los años, irán transformándose y potenciándose a modo de preservar la vida de acuerdo al diseño original divino, preservar el depósito de moral, de fe y esperanza en un contexto social que demanda nuestra acción expuesta y comprometida acorde a los tiempos que Dios en su voluntad nos ha permitido vivir.

Como cristianos estamos pasando a otro nivel; de un tiempo a esta parte hemos iniciado un acelerado proceso en la construcción de nuevos paradigmas, empoderando a la Iglesia y contextualizándola generacionalmente e históricamente, entendiendo que además de ostentar nuestros principios y valores, de declararnos pro vida y de criticar o indignarnos por las decisiones de los gobiernos o políticos respecto a políticas ejecutivas o legislativas que no compartimos por oponerse a nuestras convicciones, creemos que ha llegado la hora de intensificar nuestro compromiso en todos los ámbitos sociales, incluso en el político, para producir los cambios que consideramos hacen falta.

Debo mencionar que la política es una herramienta sumamente importante para dar respuesta a las distintas problemáticas sociales, pero ninguna de las propuestas en definitiva será capaz de reemplazar a Cristo y el evidente efecto que produce en las personas, por ende en la sociedad.

Tenemos una vos profética, tenemos mucho que decir sobre los distintos temas sociales y nos estamos preparando para hacernos oír, no solo dentro de nuestros templos sino también en los ámbitos públicos y de tomas de decisiones. Dios no es solo Dios de quienes están dentro de cuatros paredes practicando su fe, sino que lo es de toda la creación. Por lo tanto, usará los medios necesarios para comunicar su voluntad y dar dirección, luz y esperanza, por amor a cada uno de los habitantes. Habrá quienes oirán y serán bendecidos, otros ignorarán pero no se dirá que no se advirtió del peligro de vivir sin su bendición y su palabra. Dice el salmista: “si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican y si Él no cuida la ciudad en vano vela la guardia“.

Concluyo diciendo que es un gran honor ser parte de esta comunidad de fe, con personas imperfectas pero que aman al Autor de la vida y también al prójimo, una comunidad de fe donde siempre hay lugar para todos sin distinción alguna y con la convicción de que donde se manifieste habrá bendición de lo alto para quienes crean gocen de una vida abundante de paz, amor y prosperidad que solo proviene de nuestro creador.

Daniel Ozuna
Pastor, Fundador del Ministerio CAMINO NUEVO.
Socio Fundador de APUC, Asociación de pastores Unidos de Concordia.
Socio Fundador de APER Asociación de pastores de Entre Ríos.

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