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El subcampeonato obtenido con Defensa y Justicia, dirigido por Sebastián Beccacece, tras pelearle el campeonato mano a mano a Racing Club en la Superliga 2017/2018 colocó en el centro de la escena a los futbolistas del “Halcón” por sus buenos rendimientos, pero fundamentalmente por su capacidad para sostener una idea futbolística más allá de no contar con la jerarquía y la experiencia de otros planteles.

Uno de los baluartes de esa campaña estuvo en el arco y fue el entrerriano Ezequiel Unsain, quien llegó a la entidad bonaerense proveniente de Ñewell’s, dueño de su pase, donde no logró continuidad. Un año y medio después, en medio de la inactividad, el oriundo de Alcaráz (departamento La Paz) es capitán y emblema del “Halcón”, que hasta el parate del fútbol jugaba Superliga y –por primera vez- Copa Libertadores, y en las últimas semanas, luego de que Defensa le comprara la totalidad del pase a Ñewell’s, se oficializó un interés del Montpellier de Francia. "El perfil de una persona la caracteriza. Soy serio y, tal vez, parezco más grande de lo que soy. Muchas veces puede ser contraproducente, porque soy de pensar mucho las situaciones de antemano y cuando sos muy pensante, a veces, la cabeza termina maquinando más de la cuenta. Eso genera desgaste, estrés. Pero el beneficio es mayor: todas las situaciones a las que me puedo enfrentar están relativamente analizadas, estudiadas. Me voy preparando constantemente. Me gusta ser así, me preparo todo el tiempo, instruyéndome, expandiendo mi léxico. La preparación de un jugador de fútbol ante las cámaras y los micrófonos, es una carta de entrada para el público", contó Unsain, a modo de presentación, en una entrevista realizada con diario La Nación.

“El léxico lo tuve siempre, porque hice la secundaria de buena manera, la aproveché. Sabía que me iba a servir en lo deportivo. Considero que con la capacidad intelectual desarrollada un jugador profesional es más propenso a tomar buenas decisiones en el campo. Me fue bien en la escuela y mi mamá quería que siguiera una carrera universitaria, pero yo opté por ponerle las fichas al fútbol. Creía que podía vivir de ser jugador profesional y me queda mucho por delante. Me gustaría aprender idiomas, sobre todo si se concreta una venta al exterior. Leo bastante, en la cuarentena estoy leyendo más de lo habitual, antes solo en las concentraciones”, agregó el arquero surgido de Unión Alcaráz.

Respecto a su formación educativa, Unsain siempre llevaba un felicitado en el boletín. Hasta iba a ser abanderado en el último tramo de la escuela de Newell's, pero como había quedado libre, no pudo recibir la bandera. Estudiaba en la pensión, mientras otros jóvenes pasaban las horas con el celular y la play.

Sobre estas cualidades, que no son comunes en el medio, el guardameta indicó: “A mí me cuesta salir de mi forma de ser, soy un jugador serio. Tengo sentido del humor, me río con mis compañeros; ellos describen mi seriedad, pero no como una crítica. Me dijeron que la seriedad, a veces, no me otorga felicidad en el día a día. Pero no me ven como alguien raro. Soy estructurado”.

Entrando a lo estrictamente futbolístico, el capitán del “Halcón” de Varela describió su particular estilo de juego: “La personalidad es fundamental para entender que los errores son parte de este deporte. El arquero tiene que ser una fuente de confianza, hay que aprender convivir con el error. Respondo a un estilo de juego, no se trata de querer jugar lindo el jugar por abajo. Es parte de una convicción: con esa toma de riesgos, podemos sacar rédito y lastimar al rival. Yo no salgo jugando para intentar demostrar que puedo hacerlo, lo hago porque le conviene a mi equipo. A nadie le gusta equivocarse, sobre todo, en el fútbol argentino, que es exitista. El error está tremendamente condenado. Los mejores se equivocan”.

Su cabeza no descansa. Comparte la vida y un pequeño departamento con Agostina, su mujer. La cuarentena no lo marea: cocina, ordena, se entretiene con los niños. "Siempre me gustó cocinar. No hago nada extravagante. Me gusta porque lleva tiempo, libera la mente. Prefiero la comida a la cacerola, como el bife a la criolla, tengo un disco que me trajeron de mi pueblo. También, tengo parrilla, me inclino por las pizzas", cuenta.
Fuente: diario La Nación.

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