Se trataba de repechajes en los que se enfrentaban aquellos equipos que habían quedado a las puertas del descenso y ascenso, respectivamente, de una categoría superior y una inferior. A modo explicativo, porque la Promoción se aplazó años después, recordamos la que Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay (perdedor de la final por el segundo ascenso en la B Nacional) perdió frente a Unión de Santa Fe (antepenúltimo en los promedios de Primera división) en la temporada 2001/2002.
Años después, en la 2006/2007, se dio un histórico cruce entre dos equipos de la costa del Uruguay de la provincia de Entre Ríos: Atlético Uruguay y Colegiales de Concordia. El Decano, con ventaja deportiva, tenía que revalidar su floja campaña en el viejo Torneo Argentino B. Mientras que el Pompeyano había quedado a las puertas del ascenso en un extenso Torneo Argentino C o Torneo del Interior luego de perder una de las finales frente a Tiro Federal de Morteros.
La ida se disputó en el Parque Mitre y Colegiales obtuvo una ventaja que sería decisiva: goleó 3-0. La revancha se disputó un 27 de mayo –ayer se cumplieron 13 años- en el Simón Plazaola y el empate 2-2 marcó el ascenso del Pompeyano, apoyado por una multitud, y el descenso de Atlético.
Diego Jara, que hizo allí su despegue definitivo hacia el fútbol grande, fue decisivo marcando dos goles en la ida –el otro de Santiago Portillo- y otros dos en la revancha, erigiéndose el máximo artillero del Torneo del Interior con 17 tantos. Ese elenco dirigido por Oscar Piñeyro también contaba en su plantel con grandes valores como el “Tano” Ortiz en el arco, David Dri –otro que luego llegó a jugar en la B Nacional- en defensa, Pablo Hamadé y “Laco” Benítez en el mediocampo, y junto a Jara, Martín Muñoz en ofensiva.
