Las expectativas estaban puestas en la segunda fase, donde iba a comenzar a verse el desarrollo de un joven plantel que parecía ir en franco ascenso en juego y en resultados. Y eso medianamente ocurrió hasta el inicio de marzo (llevaba 6-9 y estaba dentro de los 12) cuando se inició una interminable seguidilla de derrotas (10 al hilo) que lo dejaron sin posibilidades de acceder a la postemporada 4 fechas antes de finalizar la fase regular.
Los números finales de la campaña indican que en 40 partidos La Unión obtuvo 12 triunfos y 28 derrotas. En condición de local, el record fue de 7-13 y en la ruta los colonenses acumularon 5-15. En puntos convertidos redondeó 73,3 a favor (uno de los más bajos de la categoría) y 78,6 en contra y fue el de peor eficiencia (64,5).
Trevon Young -rescindió de común acuerdo con la dirigencia tres fechas antes del final- fue el líder estadístico del equipo. El norteamericano promedió 18 puntos (7° en la categoría) y 9.3 rebotes (4°), de éstos 3.7 ofensivos siendo el 1° de la Liga Argentina. Detrás se destacó el alero Franco Benítez redondeando 13,1 puntos y 7 rebotes (6 defensivos, dentro del top 10 de la categoría).
Una constante
Con diferentes apuestas en el armado de sus planteles, La Unión nunca hizo pie desde su regreso a la Liga Argentina (antes TNA) en la temporada 2012-13, quedando lejos de emular aquellas gestas de la década del ’90 y los primeros años del 2000.En la temporada regreso (12-13) zafó del descenso pero no ingresó a los Play Off. El primer acceso a la postemporada fue en la 13-14, cuando cayó con San Martín de Corrientes (1-3). Al año siguiente en la 14-15 todos los equipos jugaron los Play Off y a pesar de su flojísima campaña -terminó último en su Conferencia-, el “Rojo” sorprendió a Barrio Parque (2-0) y pasó una ronda, aunque enseguida fue eliminado por Instituto (0-3). En la 15-16 fue barrido por Comunicaciones de Mercedes. Y luego de no clasificar en 16-17, en 17-18 el final también llegó rápido (1-3) frente a Atenas de Patagones.