En otro momento, los familiares que acompañaban a las embarazadas hicieron entrega de un regalo personalizado que Incuba proporcionó, consistente en una alhaja. Esta entrega debía ser acompañada de palabras de amor, valorizando a las valientes mamás que deciden seguir adelante con sus embarazos a pesar de las distintas dificultades. Se anunció además que cada día crece el ámbito de atención, siendo requerida la asistencia de Incuba aún desde Concordia, más allá de que por ahora es solo local. Debido a que el trabajo es mucho, se convoca a sumarse a profesionales de distintas disciplinas y miembros de la comunidad en general, contribuyendo desde sus posibilidades, ya sea con conocimientos personales, presencia asistencial o aportes económicos, pudiendo los interesados comunicarse a través de las redes sociales.
Finalmente, los integrantes de Incuba manifestaron que se encuentran en la búsqueda de una sede propia para llevar adelante las distintas actividades, asistencias, capacitaciones, y recepción y entrega de las donaciones.